En la Central de Radio Patrulla - 101 de la Policía,  aunque nadie lo admite públicamente, están preocupados porque hay días en los que se ven desbordados por llamadas que responden a cuestiones que escapan a su función.

Por mes se recibe un promedio de 400 mil llamadas al 101. De ellas el  70% se trata de  bromas,  falsas denuncias,  mensajes ofensivos o consultas de otro tipo;  y solo el 30% es  útil: unas 120 mil.

De esa cantidad, unas 3.000 son por robo a personas y una cifra aproximada por violencia familiar. “Esas llamadas han crecido y ocupan gran parte de las denuncias que recibimos. Son prácticamente las dos principales causas de llamados”, dice el jefe de esa entidad, Wagner Altamirano.

Es decir,  indica el oficial, el  robo de las pertenencias de las personas y la violencia doméstica ocupan alrededor del 25% de las llamadas “operativas” (el resto se reparte en hechos de inseguridad, como robos de vehículos, robo en domicilios, denuncias de sospechosos, estafas, etc.).

Bernardo Ovalle, coordinador del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil, indica que los detenidos por violencia intrafamiliar son, justamente, los que más se registran, sumando desde el 1 de enero de 2011 hasta la presente fecha unos 730 detenidos.

En ese sentido, Juan Carlos Ruilova, del  Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif), explica que el alto número de llamadas indica que puede ser el inicio de otros delitos, puesto que una persona   alcoholizada o bajo los efectos de sustancias estupefacientes, o simplemente por su enajenación temporal,  pierde el control de sí y podría producir lesiones o heridas graves o permanentes, e inclusive, la muerte.

“Es indiscutible que la violencia intrafamiliar puede desencadenar eventos mucho más grandes y riesgosos, por eso es que se le da el tratamiento adecuado y, sobre todo, estamos pendientes de todo lo que se produzca dentro de los hogares”.

Altamirano agrega que  durante los fines de semana crece el número de llamadas de auxilio por estos casos, por lo que la labor policial  va desde acudir al domicilio de la emergencia o montar una vigilancia, hasta contener a las víctimas y trasladarlas para que declaren.