El jefe máximo de la Policía Antinarcóticos de Ecuador, Juan Carlos Barragán, asegura que  sería de locos tratar de pintar a Ecuador como un país “narcotizado”, envuelto en drogas o lleno de carteles del crimen organizado. Dice esto tras una publicación del diario español El País, el jueves pasado, titulado “La industria del narcotráfico se expande en Ecuador”, el cual fue recogido por la prensa privada local.

Basándose en cifras técnicas y reportes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), indica que “sería irresponsable” querer dar la imagen de que en Ecuador todo está mal, pues cree que el crimen organizado podría pensar que es así y tratar de venir a instalarse. Ejemplifica señalando que “los delincuentes son como las ratas, tratan de ir a donde está la basura, lo podrido”.

Diario El País de España publicó que el narcotráfico se ha expandido en Ecuador y que la captura de droga se ha reducido desde que los estadounidenses dejaron la Base de Manta. Usted, como jefe Antinarcóticos, ¿qué opina al respecto?

Habría que tomar en cuenta en qué se basa el reportaje, pero si hacemos un estudio estadístico vamos a ver  que desde 2008 a la fecha se han decomisado más de 160 toneladas de drogas en Ecuador, de las cuales 130 toneladas eran cocaína. Entonces, mal podría decirse que la incautación de drogas ha disminuido.

La misma ONU reconoce en Ecuador un trabajo exitoso en contra de las drogas cuando dice que de 18.500 laboratorios desarticulados en el mundo, en el  país apenas hay de 12 a 15. De 165.000 hectáreas de hojas de coca sembradas en Sudamérica para la producción de cocaína, a Ecuador el organismo le atribuye ni 25 hectáreas.

Para el trabajo periodístico, El País se basó en el “Informe Internacional de Control de Narcóticos” del Departamento de Estado publicado en marzo. ¿Qué tan confiable puede ser?

Se supone que las cifras deben ser recogidas del país que analizan. Asimismo, depende de cómo se interpreten las cifras, pero la realidad son los datos  de lo que se ha hecho,  de lo incautado y lo logrado.

Entonces, según las cifras de la Policía Antinarcóticos del Ecuador, ¿ha sufrido o no un retroceso el decomiso de drogas?

No, porque tenemos cantidades importantes de decomiso superiores a la de otros países de la región. En el Ecuador, los decomisos se han mantenido en niveles altamente satisfactorios y eso nadie puede objetar, porque las cifras son claras.

¿Qué tan real es que la calidad de la vigilancia y rastreo en contra de este fenómeno ha bajado desde que se retiraron los EE.UU. de la Base de Manta?

Obviamente la herramienta (de vigilancia) de la Base de Manta ya no existe, pero el control por parte del Gobierno americano en el Pacífico Occidental se mantiene, pues se sabe que (ellos) establecieron bases en Colombia.

Entonces, la droga no es monitoreada desde Manta, pero se lo hace desde otros puntos del continente, por lo que es   capturada (droga) de todas maneras. Por ello es obvio que el Pacífico no  estará abandonado, pues saben que es un lugar de cruce de drogas en Sudamérica.

¿El país hace lo que le corresponde?

En la actualidad (sin Base de Manta), los decomisos son satisfactorios y eso no es dicho por la Policía, sino reconocido por organismos internacionales que son veedores en este trabajo a nivel mundial, lo cual está publicado en los informes anuales de las Naciones Unidas, sobre las plantaciones de hojas de coca, de los laboratorios y hacen una comparación  con los países de la región.

¿Qué cree entonces que se busca con este tipo de reportajes de la prensa nacional e internacional?

Lo que yo entiendo es que hay que tener mucho cuidado con el tipo de noticias que se emite al respecto, porque sería de locos si se trata de pintar a Ecuador como un país narcotizado o envuelto en drogas, lleno de carteles, sería irresponsable.

Si se hace un buen trabajo de interdicción, decomiso, destrucción de laboratorios, capturas de cocaína y marihuana, más bien demuestra que   Ecuador tiene capacidad de respuesta, pero si se quiere ver desde el otro lado se pone como que estamos inundados de droga, que los carteles nos invaden. Entonces, depende cómo se quiera ver la cosa, bajo qué arista se quiera decir. Nosotros (Policía), en todo caso, llevamos la parte técnica.

El informe perfila a Ecuador como un importante país de tránsito de narcóticos y químicos necesarios para  procesar distintas drogas por la supuesta falta de control en sus fronteras. ¿Qué opina?

Hay que tomar en cuenta que el país está en un lugar geográficamente apto, apropiado y proclive al tráfico y transporte de drogas para el consumo mundial. Estamos en esa posición porque tenemos tres países productores (Colombia, Perú y Bolivia), que están circundantes. Es obvio que los traficantes van a intentar utilizar las facilidades geográficas del país para salir con cocaína, por ejemplo, hacia los EE.UU. u otros países de consumo.

Que digan que falta control en las fronteras no es así, allí hay la presencia de Fuerzas Armadas, en una frontera extensa y selvática. En todo caso se suman esfuerzos en fronteras, en carreteras, con inteligencia, en la lucha con el microtráfico. Todos esos esfuerzos del país estratégicamente hacen un resultado que permite mantener el control sobre esta actividad criminal.

Es correcta la apreciación del jefe de Antinarcóticos de Guayas, Wladimir León, de que “Ecuador ya no es visto solo como un país de paso, sino también de acopio y de reconversión”.

Yo no entiendo a lo que se refiere con reconversión, eso habrá que preguntarle al coronel León. El país es de tránsito de droga y no de producción o siembra. Gracias a Dios no hay organizaciones criminales ni guerrilleras o levantadas en armas cuidando plantaciones en territorio ecuatoriano, tampoco tenemos organizaciones armadas ni grupos ilegales custodiando laboratorios.

En el reportaje del diario español también se dice que en Ecuador había  organizaciones de carteles ligados a otros países y mandos medios y bajos.

En el exterior se podrá decir lo que quiera, pero si pintan al país como narcotizado buscan hacer tremendo daño. Hay que tomar en cuenta que las organizaciones criminales buscan un país en caos, confundido en la lucha, pero eso no ocurre aquí.

Con noticias irreales más bien se les está como diciendo vengan y operen aquí, porque aparentemente nuestras instituciones no sirven para nada.