Diez personas, entre ellas 3 de origen ecuatoriano, fueron detenidas ayer en las localidades de Sevilla y Murcia, en España, tras ser involucradas en el tráfico de 90 kilos de  clorhidrato de cocaína procedentes de Ecuador en contenedores de bananas y palmitos.

La Policía española informó que el decomiso del alcaloide ocurrió en el puerto de Valencia, donde agentes de Vigilancia Aduanera sospecharon del cargamento de un contenedor con frutas. La prueba con el narcotest confirmó que se trataba de cocaína, unos 90 kilos en total.

Investigaciones preliminares determinaron las actividades de un reducido número de empresas y empresarios, cuya aparente actividad económica era la importación y venta, en España, de fruta fresca y enlatada procedente de Ecuador.

El informe policial señala que los empresarios introducían la cocaína camuflada en la carga declarada de importación o en el doble fondo del propio contenedor de 20 pies.

La primera incautación se produjo el pasado julio en Sevilla, a donde llegó un contenedor cargado de bananas procedente de Valencia, en el que se detectaron 75 kilos de cocaína oculta en un doble fondo practicado en el techo.

La segunda incautación tuvo lugar a finales de noviembre en Murcia, donde se detectó en una embarcación industrial una nueva carga, esta vez de palmitos en lata, también desembarcados en Valencia.

En el registro, los agentes hallaron gran cantidad de latas de palmito abiertas y, en recipientes aparte, lo que a simple vista parecía cocaína en forma de pequeños cilindros, simulando el aspecto de palmitos, también conocidos como chonta.

En enero pasado, la Policía y la Agencia Tributaria españolas interceptaron otro cargamento de plátanos, procedente del Puerto Marítimo de Guayaquil, entre los cuales ocultaban varias piezas de fruta falsas con 162 kilos de cocaína.

Las imitaciones de plástico estaban camufladas entre 20 toneladas de plátanos auténticos que llegaron al Puerto de Algeciras.

Tras el decomiso fueron detenidas cuatro personas, una de ellas era el supuesto líder de la organización, que había viajado a la selva fronteriza con Colombiana para preparar el envío, según un comunicado que la Policía publicó en ese entonces.