El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, ícono del fútbol argentino, comenzó este martes 11 de marzo en San Isidro, Buenos Aires, con la presencia de siete imputados, todos profesionales de la salud que estuvieron a cargo de su atención médica.

La causa busca esclarecer si hubo responsabilidades en el fallecimiento del exfutbolista, ocurrido el 25 de noviembre de 2020, cuando sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras se recuperaba de una cirugía en su residencia.

El proceso judicial se lleva a cabo en el Tribunal de lo Criminal N°3 de San Isidro y tiene como acusados al neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicoanalista Carlos Díaz, la coordinadora médica Nancy Forlini, el médico Pedro Di Spagna, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni y el enfermero Ricardo Almirón. Todos enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual, lo que implica que habrían actuado con negligencia y asumido el riesgo de un desenlace fatal.

A la audiencia también asistieron Dalma, Giannina y Jana Maradona, hijas del exfutbolista, quienes ingresaron al tribunal sin hacer declaraciones a la prensa. La enfermera Dahiana Madrid, también implicada en el caso, solicitó un juicio por jurado y será juzgada en un proceso separado.

Según los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, Maradona murió en una “situación de desamparo” y “librado a su suerte”, lo que refuerza la acusación de que el equipo médico no le brindó la atención adecuada durante su recuperación.

La investigación se centra en determinar si los profesionales de la salud actuaron con negligencia o si hubo fallas en su tratamiento que derivaron en su muerte.