Venezuela procesa la ausencia de Chávez
Caracas.- El pueblo y gobierno venezolanos, guiados por el mensaje de unidad que promovió el presidente Hugo Chávez Frías, acompañaron ayer en Caracas el traslado de los restos mortales del líder bolivariano, desde el Hospital Militar Dr. Carlos Arévalo hasta el paseo Los Próceres, en la Academia Militar, donde se levantó una capilla ardiente y durante tres días consecutivos recibirá los honores correspondientes.
La nación venezolana decretó siete días de luto nacional y suspendió las actividades en las instituciones públicas y privadas, mientras diez países de la región (Ecuador, Bolivia, Cuba, Uruguay, Brasil, Argentina, Chile, Haití, Nicaragua, República Dominicana y el Frente Guasú, de Paraguay) decretaron de tres a siete días de duelo como homenaje póstumo al gobernante venezolano. Lo mismo hizo Irán, cuyo presidente, Mahmud Ahmadineyad, era amigo personal de Chávez.
A las 11:00 hora venezolana comenzó el traslado de los restos del líder de la Revolución Bolivariana, quien falleció el martes a las 16:25 tras una larga batalla de casi dos años contra el cáncer.
El féretro cubierto con la bandera de Venezuela salió del Hospital Militar cargado por uniformados. En una punta estaba su madre, Elena Frías, de 76 años, que lloraba desconsoladamente, y junto a ella estaban sus nietas e hijas del comandante, María Gabriela y Rosa Inés. Tras las oraciones, dirigidas por un sacerdote, y acompañadas por el pueblo que desbordó los alrededores del centro de salud, el sarcófago fue colocado sobre el techo de un vehículo, rodeado de coronas de flores multicolores.
El carro inició un largo recorrido, escoltado por una multitud y miembros del equipo de gobierno visiblemente consternados. Al frente del cortejo caminaba lentamente el vicepresidente Nicolás Maduro, quien vestía una chaqueta amarilla, azul y roja.
También estaban el presidente boliviano, Evo Morales; el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez; el canciller, Elías Jaua; el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; el titular del despacho de Deporte, Héctor Rodríguez; la vicepresidenta del Parlamento, Blanca Eekhout, entre otros.
Los asistentes vestían camisetas rojas, el color que ha identificado a los seguidores de Chávez, y al paso del féretro saludaban con banderas, gritos, cantos y entonaban el himno venezolano. Las personas se abrazaban, lloraban, se daban aliento entre sí, se estrechaban las manos, mientras se escuchaban las interpretaciones de la Banda Marcial y las composiciones del cantor del pueblo, Alí Primera, “Los que mueren por la vida”.
“Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos y a partir de este momento es prohibido llorarlos”, cantaba el pueblo en una sola voz, durante el recorrido del cortejo fúnebre.
“De verdad tengo tristeza porque queríamos que siguiera con nosotros, pero él tenía que cumplir otra misión. Chávez, siempre seguirás presente en nuestros corazones”, expresó conmovida Zulay Ramírez.
“Para el pueblo ya no hay oscuridad. Gracias a él muchas personas obtuvieron una vivienda, pensiones (entre otros). Lo recordaremos con alegría porque se ganó el amor de todos nosotros”, dijo Michell Flores, estudiante de la Universidad Simón Rodríguez, núcleo Palo Verde.
Desde los edificios cercanos las personas mostraban el tricolor nacional, fotografías del líder revolucionario y el popular corazón de Chávez, imagen que marcó su más reciente campaña electoral para unos comicios en los que obtuvo el triunfo de manera abrumadora.
El ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, informó que las exequias del gobernante se realizarán en la capilla ardiente de la Academia Militar por tres días seguidos. Mañana, a las 10:00, habrá una ceremonia oficial con los líderes internacionales que le darán el último adiós al presidente y luego anunciarán el lugar en el que lo sepultarán.
Mientras que, Maduro reiteró su llamado al pueblo venezolano y a todos los sectores al respeto, a la paz, “que estas horas de dolor sirvan de reflexión profunda sobre el significado del liderazgo de Hugo Chávez”. También instó a ser leales al mandatario, quien gobernó Venezuela durante 14 años.
El mundo le rinde tributo
La presidenta argentina, Cristina Fernández, y su par uruguayo, José Mujica, llegaron ayer a Venezuela, para acompañar al pueblo bolivariano durante el homenaje póstumo que le rendirán a Chávez.
Al enterarse de la noticia, el mandatario uruguayo manifestó su tristeza por la muerte del “gobernante más solidario que recuerdo en la historia de América Latina, que aunque para muchos fue una figura controvertida, para la gente débil y pobre fue un luchador romántico, un combatiente”.
Por su parte, Fernández suspendió sus actividades oficiales que estaban previstas en los próximos días, hasta que regrese a su país, y decretó tres días de duelo en el territorio argentino.
El presidente cubano, Raúl Castro, que viajará a Caracas para asistir a los funerales, también decretó duelo hasta la medianoche de hoy y suspendió las actividades festivas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, canceló su viaje a Argentina, donde se iba a encontrar con Cristina Fernández de Kirchner, y se trasladó a Caracas para asistir al funeral del fallecido mandatario.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez, comentó que Chávez ha sido uno de los líderes más influyentes de Latinoamérica: “Fue un gran amigo de Guatemala”.
El mandatario también fue homenajeado, entre otros, por Irán y Rusia, dos de los principales aliados del dirigente bolivariano. “Era un hombre fuera de lo común y fuerte, que miraba hacia el futuro y que siempre fue extremadamente exigente consigo mismo”, manifestó el presidente ruso, Vladimir Putin, en un telegrama de condolencias.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, destacó que Chávez fue “un mártir por haber servido a su pueblo y protegido los valores humanos y revolucionarios”. El Gobierno sirio también le rindió tributo por ser uno de los pocos dirigentes del mundo que lo apoyó ante una rebelión armada.
A estas condolencias se sumaron las del ministro de Exteriores británico, William Hague, quien expresó que se encuentra “apenado” por su muerte. Mientras que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solo comentó que “Venezuela abre un nuevo capítulo en su historia”.