Las cuentas de esta comunidad en ecuador suman 2’000.000
Twitter: hervidero de resultados anticipados y ‘rupturas’ a la ley
Aún quedan dignidades por definirse luego de las elecciones de ayer, consideradas como la primera derrota de Alianza PAIS en las urnas desde que Rafael Correa ganara la presidencia en 2006, inaugurando una etapa de invencibilidad en los 7 años que ha durado su gobierno.
Es una condición que el propio Presidente ha sabido reconocer desde el momento en que se hicieron públicos los resultados recabados por las empresas encargadas de realizar el exit poll.
A la sazón de una campaña en que las redes sociales se han vuelto un hervidero, lleno de acusaciones de uno y otro lado, la cereza del pastel llegó la noche del jueves 20 de febrero, a tres días de las elecciones, con un tuit de Blasco Peñaherrera Solah, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Quito y principal de la encuestadora Market, contratada por el CNE, para dar los datos del exit poll una vez finalizados los comicios.
“Última encuesta de MARKET: Mauricio Rodas 59,4%, Augusto Barrera 33,8%. Ahora a cuidar los votos en las mesas!!”, escribía el también hijo del exvicepresidente de León Febres-Cordero, Blasco Peñaherrera Padilla.Esa tarde, a las 12:26, Peñaherrera publicó en su cuenta de Twitter (@blasco_p) los resultados de las últimas encuestas realizadas por su empresa en Quito. Ahí se revelaba en porcentajes la intención del voto hasta el pasado 19 de febrero.
Unas horas más tarde, Fander Falconí, miembro activo de Alianza PAIS, le respondía a las 16:37. “@blasco_p Esto que ud. acaba de hacer es ilegal y además expresa un claro contubernio entre intereses políticos y económicos”, escribió el exsecretario de la Senplades.
Pero a las 19:35, Peñaherrera contestaba a Falconí que “Revise el mamotreto de Ley que ustedes aprobaron”. El titular de las Cámaras de Comercio de Quito se refería al Código de la Democracia de la Ley Orgánica Electoral.
Ahí, en el capítulo tercero, “Infracciones, procedimientos y sanciones”, el artículo 302 señala que “cuando un medio de comunicación social publique resultados de encuestas o pronósticos electorales en los 10 días anteriores a los comicios, o se refiera a sus datos, será sancionado el responsable” con multa que va de $ 5.000 a $ 20.000.
También se detalla en el artículo la posibilidad de que el medio a través del que se difunda la información podría ser clausurado por un periodo de hasta 6 meses.
En efecto, al tratarse Twitter de una red social (con sede en otro país, además), no tiene la misma categoría que un medio de comunicación. Es decir que no hay una ley que Peñaherrera haya roto, aunque en esencia cometiera la misma falta que intenta impedir el artículo 302 del Código de la Democracia.
Pero esa, ciertamente, no fue la única ley electoral que se ‘rompió’ a través de redes sociales.
Mientras Peñaherrera continuaba respondiéndole a Falconí (en algún momento le hizo educadamente la recomendación de que “Hagan las maletas que ya mismo les toca esconderse en las alcantarillas como Gadafi”), en los timelines (línea del tiempo, espacio de inicio de Twitter donde se ven las publicaciones de las personas que sigue un usuario) de las cuentas ecuatorianas aparecían tuits promocionados en referencia a la candidatura de Augusto Barrera.
Pero Guayaquil no se quedaba atrás. El sábado 22, un día antes de las elecciones, Christian Espinoza, experto en gestión en redes sociales, compartía en su cuenta (@coberdigital) una imagen que mostraba que ese día habían estado, entre los temas del momento, dos hashtags que hacían alusión al alcalde y candidato Jaime Nebot (#SigueNebotSigue) y su principal competidora, Viviana Bonilla (#VivianaEsRevolución), que promovían sus figuras a través de campañas pagadas en la red de microblogging mientras regía la veda electoral.
Las promociones pagadas en épocas en que la campaña estaba prohibida y la revelación de resultados que hizo Blasco Peñaherrera hacen que valga la pena preguntarse si debería la veda electoral incluir a las redes sociales.
Sin embargo, pese a la penetración vertiginosa que ha experimentado Internet en Ecuador en los últimos años, los servicios de redes sociales siguen estando lejos de ser los importantes actores políticos que sí han sido, por ejemplo, en la campaña a la presidencia de Estados Unidos desde 2008.
No es para menos: en 2009, existían 100.000 cuentas de Facebook ecuatorianas, una cifra que ahora, cuando han pasado cinco años, supera los 7,2 millones. Por otro lado, las cuentas de Twitter identificadas como ecuatorianas alcanzan en la actualidad los 2’000.000.
Vale aclarar que “no es lo mismo cuentas que usuarios”, dice Alfredo Velazco, director de marketing en Incom, empresa que ofrece servicios de mercadeo en Internet.
Según Velazco, las redes sociales no solo que no influyen en la decisión que se toma finalmente en las urnas, sino que ni siquiera pueden ser consideradas como un medidor de la intención del voto.
Como ejemplo, el crecimiento sólido y vertiginoso que experimentó en los últimos meses Viviana Bonilla a través de sus cuentas de Twitter y Facebook no impidió que fuera derrotada por Nebot, por una diferencia cercana a los 20 puntos.
Uno de los principales argumentos de Velazco para asegurar que las redes no pueden marcar las elecciones es la cantidad de “opinión contratada”: los trolls o “mercenarios de la opinión”.
Uno de los trolls más famosos del país es el que se hace llamar Lola Cienfuegos (@lolacienfuegos), conocida por sus ideas cercanas a la revolución ciudadana y su costumbre de sacar al sol los trapos sucios de varios miembros de la oposición.
Hora y media antes de que se cerraran los recintos electorales el pasado domingo, Lola Cienfuegos anunciaba que desde las 16:00 ella daría a conocer los resultados de su propia encuesta a boca de urna.
En el mismo tuit, publicado a las 15:22, también informaba lo sigguiente: “les adelanto que Quito tiene un nuevo alcalde. Felicidades @MauricioRodasEC”.
Pese a que en el #ExitPollDeLaLOLA los porcentajes de Jairala (59%) y su competidor César Rohón (19%) difieren significativamente con los de las encuestadoras contratadas (47% y 40%, respectivamente), el conocido troll acertó -con el 3% de margen de error que prometió- a los resultados obtenidos por Market y Cedatos en el caso de Nebot, Bonilla, Barrera y Rodas.
Otros también se adelantaron. La cuenta @karenovie escribía a las 15:08: “Confirmado. Resultados de Market y de Perfiles de Opinión dan 14 y 8 puntos de diferencia a favor de @MauricioRodasEC”.
Paulina Recalde (@paulinarecalde), de la encuestadora Perfiles de Opinión, respondía a ese tuit: “@karenovie le pido que retire ahora mismo esta información. #PerfilesdeOpinión no hizo ningún exit poll en estas elecciones”.
Más temprano todavía (12:26), el exasambleísta Galo Lara, sentenciado por un triple crimen en la provincia de Los Ríos y exiliado en Panamá, subía desde su cuenta de twitter (@GaloLaraY) una foto del rostro de Rafael Correa visiblemente afectado al votar en el que ponía supuestos resultados.
Lara enfrenta una condena de 10 años de prisión en el país.
Hay muchas lecturas que hacer en cuanto al comportamiento de las redes en elecciones, pero la actividad de políticos en este espacio en que no rige ninguna ley electoral se suma a otros cuestionamientos producidos en la reciente campaña, acerca de cuáles son los verdaderos poderes de la función electoral.
Datos
En Ecuador hay 7,2 millones de usuarios de Facebook. (hace cinco años, eran 100.000); mientras que en Twitter las cuentas llegan a los 2’000.000.
Blasco Peñaherrera Solah aprovechó un vacío del Código de la Democracia para publicar los resultados de sus encuestas en Twitter, donde no rigen leyes electorales.
Varias cuentas de Twitter publicaron resultados de encuestas a boca de urna horas antes de las 17:00, momento en que se cerrarían los comicios seccionales celebrados el domingo.
Muchos de los resultados adelantados coincidieron con los finales, que otorgaban a Rodas y Nebot más del 55 % de votos.