“El Seguro Social Campesino no desaparecerá, sino que se fortalecerá”. Así de enfáticos fueron ayer  José María Egas, director del Seguro de Salud Individual, y Fausto Dután, director nacional del Seguro Social Campesino, quienes ratificaron que  este sistema se complementará y, en algunos casos, se anclará  a los servicios que actualmente brinda el Ministerio de Salud Pública.

Los criterios coinciden con los del presidente Rafael Correa, quien manifestó el sábado pasado que “ahora se tendrá planificados grandes subcentros para atención del pueblo, especialmente de los campesinos”. Con ello, el Mandatario pidió a la ciudadanía que “no se deje engañar por los tirapiedras que además de su mala fe, demuestran una profunda ignorancia al tratar de engañar al pueblo manifestando que se cerrará el Seguro Social Campesino”.

Dután explicó que la idea será que los agricultores puedan usar no solo los hospitales del IESS, sino todos los centros y dispensarios públicos, así como los privados, con los que el Instituto mantiene convenios.  

Para ello se aspira a digitalizar las historias clínicas, tanto de los afiliados del IESS como de los centros y subcentros de la cartera de Estado. Actualmente, la información de 200 de los 655 dispensarios estaría en proceso de digitalización.          

655 dispensarios del Seguro Social Campesino hay actualmente en el país. Faltarían 55 médicosEgas precisó que en un plazo de dos semanas se conocerán los resultados de un estudio que vienen realizando ambas instituciones, en donde se analiza de qué manera están distribuidos los dispensarios y la atención que actualmente brindan.     

La idea, según el funcionario, es que luego de ese análisis se determine en qué zona deben potenciarse los dispensarios médicos de primer nivel. Se estima que estos centros deben estar conformados por un médico, una enfermera auxiliar y un odontólogo.

La red -explicaron ambos directores- permitirá que los establecimientos públicos y privados en todos los niveles de atención, según su capacidad resolutiva, coordinen, potencien y complementen con actividades destinadas a la promoción, prevención, recuperación, rehabilitación, cuidados paliativos, atención prehospitalaria y reinserción social de las familias y los usuarios.  

Actualmente,  1’150.000 personas se benefician del sistema de atención campesina. En los 655 dispensarios habrían 600 médicos y 480 odontólogos. Estas cifras hablan de un déficit de 55 médicos, que según Egas, se contratarán en las próximas semanas cuando el IESS lance a concurso las vacantes.

No se descartará a médicos extranjeros que reúnan los perfiles requeridos por la institución. En estos procesos, el organismo tiene previsto inaugurar dos nuevos dispensarios en El Oro: Voluntad de Dios y el Río Bonito.

El Instituto estima que estos dispensarios de primer nivel deben concebirse en zonas que tienen de 1.500 a 2.000 habitantes y son el primer filtro de atención. En cambio en el segundo nivel constarán los consultores y centros especializados, así como los hospitales básicos y generales de atención.

Egas explicó que desde el 2010, se decidió incorporar a los cónyuges y a los hijos menores de 18 años para la atención.   

Confesó que aquello produjo una sobredemanda de usuarios y  por esta razón se piensa en esta nueva red de salud, que englobe los servicios de cada una de las entidades de salud, para conseguir mayor eficiencia en el sistema.