Ruptura se convirtió en la madrugada de ayer en la cuarta organización política nacional que pasó el proceso de verificación de firmas del Consejo Nacional Electoral (CNE), así lo dio a conocer el consejero Juan Pablo Pozo.
En total, 215.182 rúbricas fueron  analizadas por los verificadores del ente electoral, de las cuales, 163.035 fueron consideradas  válidas y 52.147  no válidas.

Para Ruptura, esto es el fruto de un trabajo de “hormiga” y no del respaldo de “un banco público o privado”, como lo destacó la asambleísta María Paula Romo, en su cuenta de Twitter.

Con este resultado, Ruptura superó las 157.946 firmas (1,5% del padrón electoral) solicitado por el CNE para la inscripción de las organizaciones políticas nacionales.

Iván González, secretario nacional de Ruptura, manifestó ayer que desde octubre de 2011 su agrupación política entregó al organismo electoral 375.000 firmas.

Si bien  algunas rúbricas no fueron aprobadas debido a inconsistencias en los números de las cédulas que se repetían en otras agrupaciones, el dirigente evitó hablar de una falsificación.

En ese sentido, dijo que apoyaron el proceso instaurado por el CNE porque consideraron importante transparentar el sistema de verificación de firmas, pese a que el organismo no tenía la base jurídica para hacerlo. “Esto nos permitió ver en dónde estaban las fallas y las debilidades de un sistema de recolección de firmas  que no es perfecto y tampoco perfectible bajo el sistema actual”.

Al contar Ruptura con la venia del CNE, podrá  participar en los comicios de 2013, como lo harán Alianza PAIS, el PSP y CREO. Pero en este marco no descartan las alianzas con otros partidos o movimientos políticos.

Incluso,  Alberto Acosta, del movimiento Montecristi Vive y ahora candidato a la Presidencia de la República por la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas -que la integran Pachakutik, Participación, Poder Popular, una fracción del Partido Socialista, el Movimiento Convocatoria por la Unidad Provincial, el MPD y la Red Ética y Democrática- mostró su afinidad por Ruptura, cuando el pasado 1 de septiembre ganó el proceso de primarias convocado por la coalición.

Y a pesar de que Ruptura prefiere esperar a la convención del 26 de septiembre, en Manabí,  en donde se definirán los cuadros que participarán en la contienda electoral del próximo año, el nombre del asambleísta Paco Moncayo, quien se sumó como adherente a esta agrupación política, no se descarta como una de las personas idóneas para representar a este movimiento.

Tampoco se desecha la posibilidad de establecer alianzas con las agrupaciones que hayan sido calificadas por el CNE, pero cualquier conversación de este tipo será después del 26 de septiembre.

Mientras tanto, ayer le tocó el turno al Movimiento Concertación Nacional. De las 205.000 firmas sometidas a verificación en dos momentos por el CNE. En el primero, pasaron  la prueba 112.000 y de esas ayer 74.000.

No obstante, falta aún por revisarse otra tanda de registros que quedarán para el próximo martes, según lo informó Juan Carlos Solines, director nacional del movimiento. Pasadas las 18:00, el CNE tenía previsto analizar las rúbricas del Pachakutik.

Grafólogos foráneos y nacionales, claves en revisión del CNE

Cuando las firmas  de las organizaciones políticas que se han presentado ante el CNE presentan dudas en el proceso de verificación, se solicita el concurso de grafotécnicos nacionales e internacionales con más de 16 años de experiencia. Ellos determinan si una firma es válida o no y trabajan en dos turnos (80 especialistas en cada uno).
Elmer Fernández, grafotécnico de la Policía Nacional del Perú, explicó que su tarea es detectar similitudes o diferencias entre tres firmas de un ciudadano.

Según manifestó el especialista, hay dos aspectos que se analizan a la hora de comparar las rúbricas: en el formal, se miran las dimensiones, inclinaciones, velocidad y ornamentación. En el aspecto especial, se analizan los puntos de ataque, rasgos finales y ubicación de la firma con respecto  a los bordes.

El experto manifestó que  estos elementos especiales pasan inadvertidos para el ojo común, pero son detectados con la experiencia de quienes se han dedicado a esta labor por varias décadas en la región.  

Además, Fernández dijo que para detectar la velocidad de la firma se analizan los trazos.

“Si un trazo es grueso quiere decir que la rúbrica se realizó con más lentitud. Si un trazo es lábil significa que fue efectuado con velocidad”, explicó el especialista peruano.

El grafólogo no es grafotécnico: el grafólogo estudia los rasgos de personalidad del firmante a través de su rúbrica, en cambio el grafotécnico determina si una firma fue falsificada.