La propuesta conjunta de insistir ante los foros internacionales en la necesidad de reducir los impactos ambientales, fue una de las resoluciones que se tomó ayer en la reunión de jefes negociadores de cambio climático de América Latina y el Caribe, que se realizó en Guayaquil.     

Las reuniones duraron dos días y en ellas se efectuaron talleres en los cuales los delegados de 21 países de la región se pronunciaron sobre las realidades de cada país y sus propuestas individuales que fueron luego consensuadas en la resolución.

Daniel Ortega, coordinador general de Derechos y Garantías de la Cancillería del Ecuador, informó que en la reunión se reafirmó la preocupación que existe en la región respecto del cambio climático en dos dimensiones.

La primera, dijo, es el impacto que sufren las poblaciones más pobres del planeta cuando los cambios  climáticos afectan las fuentes de agua, incrementan el nivel del mar y provocan temporales invernales más fuertes.

La segunda, señaló, es la preocupación por la poca ambición que tiene el mundo desarrollado en reducir su contaminación; “recordemos que el problema lo originan ellos y nosotros sufrimos las consecuencias”, insistió el funcionario.

En ese contexto, expresó que existió un consenso para que la región se mantenga  unida en las negociaciones, demuestre una sola voz, un solo cuerpo, una sola patria grande, en el sentido de que pese a la diversidad, también hay oportunidades.

Con estos elementos, expresó Ortega, Ecuador participará en una reunión ministerial conocida como el Diálogo de San Petersburgo, en Alemania, en la primera semana de mayo, donde llevará la posición de la región y la compartirá con otros ministros.       

Además, se expuso la tesis ecuatoriana de evitar las emisiones netas, la propuesta Yasuní ITT y adicionalmente se compartió de manera preliminar el proyecto de impuesto Daly Correa, que continuará en debate y que formará  parte de los diálogos con los demás países hasta finales de año.