El Presidente de la República, Rafael Correa, aseguró hoy que no dará marcha atrás en el juicio que por injurias calumniosas, interpuso en contra del ex editor de Opinión de diario El Universo, Emilio Palacio, y contra los directivos de ese medio de Comunicación, Carlos, César y Nicolás Pérez. Aseguró que nunca será partidario de la censura previa, pero dijo que no descansará hasta que brille la verdad en este caso.

Por eso pidió a la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep) demostrar que en la sentencia que se dictó la semana pasada en este juicio existió “manipulación de la justicia”.

Esto a propósito de un comunicado publicado por la Aedep en los principales rotativos del país el pasado domingo en el que se afirma que hubo influencia del Gobierno en la condena (tres años de prisión y el pago de una indemnización de $40 millones) dictada por el juez Juan Paredes.

“Incluso la Aedep que publicó un remitido en el que realiza la acusación de manipulación de justicia, esperamos que presenten las pruebas del caso, sino sería otro caso de gravísima difamación”, dijo el Mandatario durante su discurso por el día de la Armada Nacional.

“El límite de la libertad de expresión será la honra y la dignidad de las personas”, aclaró y dijo que la Constitución e incluso la Convención Interamericana de los Derechos Humanos establecen el principio de la responsabilidad ulterior, es decir, la responsabilidad que tienen quienes hacen comunicación y deben afrontar las consecuencias de lo que escriben y publican.

En ese mismo orden, el Mandatario afirmó que no existe ninguna ley en la que se estipule que el Presidente de la República u otro funcionario público no tiene derecho a defender su honor.

El Jefe de Estado recordó que la información es un bien público y no privado y que cuando se entrega una “mala información”, esta “puede quebrar la sociedad, convulsionar el Estado o provocar la pérdida de la paz social”.

En ese marco señaló que él preferiría mil veces que le roben su casa, su auto, todas sus propiedades juntas, pero nunca su honor, el de su familia o el del país.

El gobernante añadió que nadie puede eludir su responsabilidad en este caso, y con ello se refirió específicamente a los dueños del mencionado rotativo guayaquileño, quien fueron condenados como autores coadyuvantes por haber permitido la publicación del editorial “No a las mentiras” en el que Palacio acusó al Presidente de haber ordenado disparar a discreción contra un hospital lleno de civiles durante el 30 de septiembre de 2010.