La tarde de ayer viernes, alrededor de 200 personas asistieron al Auditorio del Museo del Banco Central de Ibarra (Imbabura) a la presentación del libro de investigación periodística "Caso Chevron: la verdad no contamina".

El evento fue organizado por la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), al que fueron invitados los autores del libro: Orlando Pérez, director editorial de EL TELÉGRAFO, y Nelson Silva Torres, coordinador de Investigación del diario público.

Daniel Suárez, coordinador zonal 1 y 2 de la Senescyt, fue el encargado de la presentación del libro, quien resaltó la serie de elementos e insumos reveladores y de carácter investigativo que contiene.

Indicó que era importante conocer detalles del libro de boca de sus autores porque Imbabura en general se caracteriza "por ser una provincia muy dedicada a las letras y a cultivar este tipo de esfuerzos periodísticos y literarios".

Pérez, en su intervención, destacó ha habido censura previa por parte de los medios de comunicación del Ecuador, ya que no han publicado, comentado, puesto en evidencia, documentado o registrado este hecho.

"En el caso Chevron hay un terreno enorme para hacer periodismo porque tal vez constituye el caso más grande y doloroso de la historia del Ecuador, y el derrame producido por esa transnacional es posiblemente es el más grande en el continente americano. Sin embargo, siendo de esa magnitud, no se habla y lo entonces de concluye que hay censura previa, que la prensa privada e independiente se ha autocensurado, ha evitado que periodistas posiblemente realicen trabajos como los que presentamos en el libro", indicó.

A decir de el director de EL TELÉGRAFO, la influencia y presión de Chevron está evidenciada incluso en algunos articulistas, comentaristas, periodistas y abogados, que incluso han tomado y asumido las tésis de esa petrolera estadounidense, lo cual es doloroso.

"Nosotros, sin embargo, al contrario de llos, tenemos una responsabilidad histórica, como periodistas y como ciudadanos tenemos una conducta ética alrededor de esto y por ello hemos desarrollado este trabajo periodístico de investigación", añadió.

Silva indicó que dadas las revelaciones que recoge el libro respecto a la influencia y presión ejercida por Chevron en el campo político, judicial, económico y periódistico es lo que convertirá a este trabajo de investigación periodística en un documento histórico escrito.

Dijo que el objetivo es que sea leído por las actuales y futuras generaciones, para que conozcan qué mismo pasó en el norte de la Amazonía ecuatoriana durante los 28 años de actividad petrolera de Texaco-Chevron, la cual ahora se niega a pagar el daño ambiental y a la salud humana causado.

"Con fundamentos de hecho y de derecho, en este libro tratamos de explicar, entre otras cosas, por qué los medios de comunicación, aquellos periodistas que se precian de ser investigadores y articulistas que dicen defender los grandes intereses del país, callaron y siguen guardando un silencio cómplice y encubridor en este tema que debería ser tratado con ética y profesionalismo", refirió Silva.

Puntualizó que asunto no atañe solo a los 30 mil indígenas y campesinos de las provincias amazónicas de Orellana y Sucumbíos, sino a todos.

Explicó que si la multinacional se sale con la suya en el juicio entablado contra el Estado a través del juicio internacional conocido como Chevron III, quienes terminaremos pagando los $9.500 millones de indeminización a la que fue sentenciada por el daño ambiental provocado, seremos todos los ecuatorianos, porque deberá cancelarse con dinero del erario público, lo que generaría un golpe de terribles y devastadoras consecuencias para la economía del Ecuador.