Vinicio A. se enteró de que tenía una orden de captura cuando lo conducían al Centro de Detención en Guaranda, donde su expareja y madre de su hijo, nacido hace 18 años, le había planteado una demanda. “Siempre deposité dinero en una cuenta de la mamá, por eso nunca supe que me había seguido un juicio de alimentos”, dijo.    

Los agentes lo detuvieron en su trabajo en Quito y lo llevaron directamente a la cárcel de esa ciudad, pero el problema se agravó, ya que en prisión no podía conseguir los $ 6.000 que debía cancelar por manutenciones atrasadas, además con la complicación añadida de que es casado y tiene otros 2 hijos a quienes mantener.

Por ese motivo pasó un mes  preso mientras reunía el dinero que debía pagar: “en mi trabajo como productor musical gano por día, por lo que fue complicado reunir la cantidad señalada por el juzgado”.

Para solucionar este problema y principalmente que los menores reciban el dinero de su manutención, el Ministerio de Justicia firmó un convenio con el Biess (Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) para que las personas detenidas por deudas de alimentos y que estén afiliadas al IESS accedan a préstamos quirografarios.  

La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, explicó que al momento existen 594 personas que están privadas de la libertad en el país por esta causa. “La prisión no garantiza que los implicados paguen las deudas, ya que salen luego de 30 días por medio de un hábeas corpus”.

Fue por ello que propusieron esta alternativa de que “los padres cumplirán con los pagos y evitarán la prisión, además quienes al momento tengan una boleta de apremio en trámite también podrán solicitar el crédito”, destacó Zúñiga.

Los préstamos se aprobarán en máximo 72 horas, luego del análisis del pago de las mensualidades, que tendrán un plazo de 5 años al 9.75% de interés anual, informó el presidente del Directorio del IESS, Hugo Villacrés. La entidad ha destinado una cartera de $ 40 millones para este tipo de producto y las personas que no sean afiliadas también pueden optar por un crédito prendario como joyas. “El BIESS hace un estimado  a  base de lo cual entrega el dinero bajo las mismas condiciones”, aseguró Villacrés.       

La titular de Justicia  aclaró que el dinero otorgado no irá a manos del detenido, sino a la cuenta designada por el juez para el depósito.  

De enero a septiembre de este año ingresaron a los centros carcelarios del país, por boleta de apremio, 2.915 personas, de quienes 1.447 salieron porque cancelaron lo adeudado; 911 lograron un acuerdo  de pago y 542 recuperaron la libertad por hábeas corpus.

El abogado José Luis Mestanza explicó que la boleta la emite  el juez cuando el padre está atrasado con más de 2 pagos y la sanción es de 30 días de prisión, si reincide la pena es de 60 y si vuelve a incurrir en deuda será de 180 días. “Es una acción drástica, pero necesaria, por eso el préstamo es una excelente alternativa para evitar la cárcel, lo que se tutela es el derecho de los hijos a la manutención”, asevera.

Zúñiga manifestó que el objetivo principal de este crédito es mejorar la calidad de vida de los niños cuyos padres no cuentan con recursos económicos para afrontar el pago de sus pensiones alimenticias.