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El Telégrafo

“No basta con políticas, éstas deben ser efectivas”

“No basta con políticas, éstas deben ser  efectivas”
22 de enero de 2012 - 00:00

Durante tres horas y media, el viernes pasado, el presidente de la República, Rafael Correa, y el secretario nacional de Planificación y Desarrollo, Fander Falconí, explicaron los logros más relevantes del Plan Nacional del Buen Vivir 2007 - 2011. Fue una revisión global de lo proyectado con respecto a lo hecho, pero también se fijaron las metas para los próximos años.

Con enlaces a nivel nacional y la presencia de invitados especiales, en esa evaluación también se identificaron las debilidades y hasta los “fracasos”, como los calificó Correa, de los cinco años de Gobierno. Además, se destacó la falta de una verdadera reforma agraria, el mínimo  desarrollo que ha tenido el  sector industrial y los problemas de eficiencia y calidad que todavía afectan a los servicios públicos.

La reunión de ministros, líderes estudiantiles y representantes del sector empresarial y medios de comunicación permitió ver en blanco y negro los avances y limitaciones registrados durante los cinco años de gobierno de la Revolución Ciudadana.

Con una visión más general de la situación del país, Falconí ofreció después una breve rueda de prensa para responder a varias inquietudes, que transcribimos a continuación:

Después de realizar un balance del Plan Nacional del Buen Vivir 2007 - 2011, ¿cuáles son los aspectos que podría destacar?

Hemos logrado una buena administración de la riqueza pública generada durante estos cinco años, lo que implica haber sacado el peso de la deuda externa en relación al PIB. También se ha logrado un crecimiento económico (8% en 2011) que es altamente distributivo y que favorece a los grupos más pobres. Ese crecimiento ha logrado reducir brechas distributivas en términos de cobertura de educación y salud.

Pero también tenemos un conjunto de desafíos. La semana pasada, durante la  reunión del Consejo Nacional de Planificación del Estado, que lo componen el Ejecutivo, mediante el Presidente de la República, los gobiernos autónomos descentralizados y el Consejo Nacional de Participación, se hizo el mismo ejercicio de evaluación y  se planteó un conjunto de recomendaciones para optimizar los procesos. Esas recomendaciones tienen que ver con ahondar en lo referente a  equidad, territorio y excelencia. Es decir, cómo mejoramos la gestión pública en el territorio nacional y  cómo obtenemos mejor calidad en la dotación y prestación de los servicios públicos.

Si uno evalúa los cinco años de gestión, creo que hemos construido ciudadanía. Hay un Estado  transformado, un crecimiento redistributivo que favorece a los pobres y hay otros grandes logros en materia de justicia y  seguridad, pero también tenemos un conjunto de desafíos para el  2012.

Si bien el presidente Rafael Correa destacó los logros alcanzados durante los cinco años de gobierno, en ese ejercicio de autocrítica, ¿cuáles serían los aspectos deficitarios?

Creo que hemos tenido la entereza de plantearlos hoy (el viernes pasado). Generalmente en una autoevaluación  solo se mencionan los logros, pero hoy nos planteamos desafíos y logramos identificar en dónde están los puntos débiles de la  política pública y salieron muchos. Por ejemplo, está la necesidad de cambiar la matriz productiva. Vimos que su composición  ha permanecido  prácticamente inalterable en los últimos años. No hemos logrado diversificar nuestra oferta exportable y básicamente somos proveedores de productos primarios. Hay que ir hacia un proceso fuerte de industrialización. Y los efectos de inversión en ciencia y tecnología tienen que sumarse a ese proceso de transformación. Creo que fue un elemento muy autocrítico.

El otro es el tema agrario. Se habló con precisión de que urge una revolución agraria. Vimos que los indicadores de inequidad en la tenencia de la tierra se han mantenido con niveles fuertes de concentración y  que es necesario entrar en un proceso franco de distribución de la tierra, el agua, etc.

También vimos que la productividad, en términos agrícolas, tiene que mejorar con sistemas de riego, capacitación, semillas certificadas; fue un aspecto que se remarcó.

Notamos que se debe mejorar la eficiencia del Estado en el territorio. Salió con mucha soltura que no basta con tener políticas, sino que estas deben ser  efectivas y es una gran misión que nos hemos propuesto en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) para este año, y es que la inversión pública, a través del Plan Anual de Inversiones (PAI), la podamos realizar en conjunto con los territorios. Hay muchos desafíos en política pública, pero nosotros insistiríamos en ese concepto. Hay desafíos porque hay logros, si no, no podríamos hablar de aquello.

Durante la evaluación, el presidente Rafael Correa indicó que no estaban claras las cifras con respecto al incremento del desempleo en el quintil más pobre vs. una caída en el quintil más rico. ¿Eso qué implica?

Durante la presentación expliqué que nosotros no somos proveedores de información, sino que tomamos los datos de las entidades responsables de proporcionarlos   al Estado. Lo que se plantea desde la Senplades es la conformación de un Sistema Nacional de Información que articule los distintos campos de información y que en los casos donde haya vacíos grandes de información tengamos estrategias para suplir esos vacíos.

En el caso concreto del indicador que medía el empleo y desempleo por quintil, en base al ingreso, la fuente de información es la Encuesta Nacional de Ocupación Plena, Desempleo y Subempleo del Ecuador, que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Nosotros validamos esa información y lo que podría ocurrir, en determinados temas, es una especificidad  estadística que quizá el INEC podría aclarar. Pero, efectivamente, lo que se ve en esas gráficas es que los más vulnerables frente al desempleo son los segmentos pobres de la población y que   debemos tener políticas focalizadas frente a eso.

Usted anunció que el índice pobreza bajó en los últimos cinco años, pero pese a ello, aún hay quienes reciben el Bono de Desarrollo Humano. ¿Qué políticas se tomarán frente a eso?

Pobreza e inequidad son problemas estructurales de la sociedad. Es decir, las sociedades latinoamericanas tienen el gran desafío de romper esas trampas distributivas y trampas de pobreza. Lo que hemos visto en el caso ecuatoriano, de acuerdo a la información verificada, y reconocida por la sociedad, es que se produjo una caída del 9% en el índice de pobreza nacional entre el 2006 y el 2011, y que solo en el último año una caída mayor al 3%.

Si uno relaciona esos puntos porcentuales con la población que deja de ser pobre, estamos hablando de que aproximadamente entre 620 mil y 680 mil personas (el dato no es exacto porque hay un margen de variación) habrían dejado de ser pobres en el Ecuador. Eso influye evidentemente en una transferencia de recursos condicionada, como es el Bono de Desarrollo Humano (BDH). Y decimos condicionada porque las madres deben dar atención médica privilegiada a sus hijos y deben  garantizar su escolaridad.

Es decir, no se trata de un bono de pobreza, sino que es un bono para el desarrollo humano, para crear capacidades humanas entre quienes perciben este bono. Pero como meta gubernamental no queremos perdurar ese bono de desarrollo, al contrario, queremos generar capacidades para que aquellas personas dejen de necesitarlo y se logren romper esas trampas que generan inequidad.

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