Durante su enlace radial semanal el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, dijo que no sacará del Puerto Marítimo el monumento al expresidente León Febres-Cordero (LFC), pese a que el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) lo declarará en abandono definitivo.

El burgomaestre señaló que “el monumento a LFC, entendiéndolo como el homenaje a él y el respeto a las decisiones del Cabildo, ya se dieron. El monumento, no el esculpido en España, está en el sitio en el que el Cabildo decidió ponerlo, a la altura y las especificaciones que quisimos. El Cabildo hizo respetar las competencias del Cabildo. Se rindió el homenaje”.

Una de las organizaciones que se opusieron a la colocación de la efigie fue Diabluma. El vocero de esa organización, Felipe Ogaz, explicó que con la decisión judicial se logró demostrar que los líderes de las ciudades ya no pueden hacer lo que quieran, sino que deben contar con la aprobación de los habitantes.

Nebot, por su parte, manifestó que ha resistido al fallo judicial y descartó que sea un desacato porque “resistir la sentencia es un derecho constitucional cuando se vulneran derechos fundamentales como son competencias de una institución como es el Municipio de Guayaquil”.

Además advirtió que “a mí no me van a chantajear con que quieren declarar en abandono el monumento, que quieren destruirlo, que van a reportarlo en abandono. ¡Que hagan lo que les dé la gana! Nosotros seguiremos el camino de la ley y la dignidad”.

Ogaz espera que se cumpla con el trámite legal y que finalmente se destruya la figura que fue tallada en España.  “Lo lamentable es que se haya perdido el dinero de los ecuatorianos y parte de la Iglesia Católica, porque ellos también aportaron para que se elabore la efigie que ahora está en abandono”, acotó el activista.

El costo de la escultura elaborada en bronce, que ascendió a 426 mil dólares, no es el único rubro que se ha perdido, sino que también está el costo por “demorage” (que hace referencia a la tenencia del contenedor de 20 pies en el que está la figura de 5 metros de alto). A esto se suma lo que deben pagar por concepto de almacenaje, es decir el espacio físico que ocupa en las instalaciones del Puerto Marítimo, que son administradas por Contecon.

Jaime Iván Lanata, gerente de la empresa Transeres, que se encarga de  operaciones logísticas de comercio exterior, detalló que no existe un valor unificado por concepto de “demorage”, porque esto depende del tipo de negociación que se realice con la naviera que brinda el servicio de transportación.

Sin embargo, detalló que los costos por retener el contenedor pueden ser de 80 dólares diarios. “Dan unos días sin cobrar para que se desaduanice la mercadería, que puede ir desde 7 hasta 30 días en algunos casos, luego de este tiempo sí cobran”, comentó. Si esa fuera la tarifa, el Municipio debería pagar 56 mil dólares por este servicio por los dos años que ha permanecido el monumento en el puerto.

En cuanto al almacenaje, Lanata detalló que los costos por este concepto son mínimos. En la página web de Contecon se detallan los precios que se cobran por concepto de almacenaje y van desde 0,24 centavos de dólar  hasta 0,48 diarios, aunque solo se destaca que pueden permanecer hasta 20 días.