El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva concluyó hoy una visita de dos días a Ecuador, donde recibió la más alta condecoración del país andino y dos doctorados "honoris causa" de universidades ecuatorianas.

Lula, que ayer jueves fue condecorado con la orden "San Lázaro" por el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, recogió hoy en Quito los doctorados "honoris causa" otorgados por las universidades Internacional, Andina "Simón Bolívar" y la Escuela Politécnica del Litoral.

El exmandatario brasileño, ataviado con toga y muceta, recibió los títulos académicos en una ceremonia efectuada en la Sala Capitular del convento de San Agustín, en el casco colonial de Quito.

Allí, Lula ofreció un discurso sobre la importancia de la educación para los países latinoamericanos y dijo que ese capítulo debe ser "una prioridad" para los Gobiernos de la región.

Asimismo, recordó que en su mandato (2003-2010) se fortaleció la educación técnica y superior, que se abrió a segmentos sociales tradicionalmente excluidos.

La inteligencia no está ligada al origen familiar de una persona, sino "al tipo de oportunidades que tenga", sostuvo Lula, quien remarcó que América Latina puede convertirse en una región exportadora de conocimiento.

En Brasil, apuntó, ahora es el Estado el que da garantías a la población para llevar adelante una educación gratuita y de excelencia, a la que ahora tienen la oportunidad de acudir jóvenes de familias pobres.

Ello también ha supuesto, indicó, un "ingreso digno" de la juventud al mercado laboral, porque dispone de unas 290 escuelas de formación técnica.

Explicó sobre un programa que creó en su gobierno, en conjunto con el sector industrial brasileño, para la capacitación profesional de trabajadores, que hasta el momento ha ayudado a dos millones de obreros.

También recordó que en los primeros años de su administración prohibió a los ministros que utilicen la palabra "gasto", cuando se referían a la atención al sector de la educación, la asistencia a los pobres o al desarrollo de ciencia y la tecnología.

"Ellos tenían que entender que eso no era un gasto, sino una inversión que trae un retorno rápido e inmediato" para el beneficio de todo el pueblo brasileño, precisó.

Es que para él, basta dar "una sola oportunidad a los pobres y se verá como ellos son capaces de derrumbar los inmensos muros y barreras" que limitan su porvenir.

Lula dijo que los países latinoamericanos "tenemos que ser capaces de construir una ética de la solidaridad" que rechace todas las formas de exclusión, porque "la felicidad y la oportunidad no puede ser sólo un patrimonio de quienes pueden pagar por ellas".

"Tenemos que luchar por un mundo más justo" y "las universidades deben ser protagonistas activas de la construcción de ese nuevo mundo posible", apostilló Lula.

El exmandatario brasileño tiene previsto regresar hoy mismo a su país, tras concluir en Quito una corta gira que lo ha llevado también a Colombia y Perú.