Miles de personas relacionadas con el sector del transporte llegaron hasta el estadio Liga Cantonal de Durán. A ese lugar también acudió el presidente Rafael Correa para recibir el apoyo de este sector productivo del país.

El Mandatario fue recibido con la música de Julio Jaramillo entonada por el Grupo Imperial y los aplausos de las personas que salieron desde muy temprano desde sus ciudades natales. La asistencia fue mayor de la esperada y por eso al inicio se generaron varios inconvenientes. Todos querían ver al protagonista del evento, a Rafael Correa.

La primera en intervenir fue la ministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte, quien acompañó al Jefe de Estado junto con Soledad Buendía, ministra coordinadora de la Política; Mauricio Peña, director de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT); y dirigentes del transporte.

Los asistentes gritaban y pifiaban porque no podían ver el escenario. El ruido molestó al Jefe de Estado, quien bajó de la tarima para acomodar a los alborotados. Eso puso en apuros a la custodia presidencial. “No esperábamos que vengan tantas personas, pero ahora sí ya estamos mejor”, explicó el gobernante.

La improvisación de Correa permitió que el acto de respaldo, que duró casi dos horas, se desarrolle con normalidad. José Zapata Mantilla, presidente de la Federación Nacional de Transportistas, se dirigió al Primer Mandatario en representación de su gremio.

En su intervención, Zapata exaltó los logros del actual Gobierno en materia de transporte y vías, pero también expresó varias quejas de lo que a su parecer está mal y causa incomodidad a sus colegas.

Las críticas más fuertes fueron para la ANT. Los transportistas no se sienten atendidos, a ello se suma la supuesta  falta de control a los informales. Según Zapata, esta situación es auspiciada por políticos que buscan votos. “La asambleísta Lourdes Tibán ha ofrecido regular a los transportistas comunitarios, cuando ella no tiene la potestad de hacerlo”, cuestionó.

También se achacó a los gobernadores de Azuay y Santa Elena, quienes, según los transportistas, dificultan la regulación del gremio en esas provincias. Pero no todo  fue sobre aspectos negativos. Por ejemplo, se resaltó la construcción del cuarto Puente de la Unidad Nacional sobre el río Babahoyo, lo que les facilitó su trabajo; y el bono que reciben por el subsidio a grupos vulnerables.

El dirigente explicó que antes ese descuento era asumido por ellos y nadie se los reconocía. A esto se suman los planes de crédito que se otorgan en la Corporación Financiera Nacional (CFN) y el Plan Renova que entrega un bono por la chatarrización de la unidad vieja y se abre un préstamo para comprar un vehículo nuevo. En su intervención, Correa aseguró que en materia de transporte se ha dado un gran cambio, empezando por la creación de organismos de regulación del sector.

El gobernante recordó que eran los congresistas en ese entonces que, para obtener votos, eran generosos con dinero ajeno. “¿En ese momento quién dijo algo? ¿Los medios hicieron una nota diciendo que se estaba usando dinero privado? Por supuesto  que no. Ahora, como se trata de las utilidades de los bancos, sí se ha generado un problema”, señaló en relación al proyecto de ley que envió para gravar las utilidades de los banqueros.

Así mismo, Correa hizo un llamado para que se haga una campaña en contra de los conductores imprudentes que ponen en peligro a los peatones. Explicó que se está optimizando la entrega de frecuencias para que ganen los transportistas, los usuarios, y que haya menos contaminación del ambiente, entre otros beneficios.

Se dirigió  a los dueños de las cooperativas de transporte para sugerirles que creen empresas y no cooperativas. “No se trata de un sector que no puede, porque ya hemos dicho que tiene un gran movimiento de inversión, deben pensar como empresarios”.