Varios movimientos políticos  alistan sus equipos para llevarlos a la contienda electoral de 2013,  con el objetivo de derrotar al oficialismo.

Una de las agrupaciones que busca abrirse espacio para la próxima contienda electoral es el Movimiento Centro Democrático, liderado por el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala. Tras haber presentado las firmas, el CNE reconoció a esta agrupación como un movimiento político y le asignó el número 61 del registro electoral.

La agrupación trabaja particularmente con jóvenes, a quienes da gran espacio y formación política a través del Frente de Juventudes, que tiene actividad en varias zonas de la provincia del Guayas.

Pedro Lizarzaburu, subdirector del Frente de Juventudes, destacó que el movimiento busca la inclusión de los jóvenes en el escenario político, para que trabajen en propuestas de beneficio para todos los ecuatorianos.

El movimiento Ruptura de los 25, encabezado por la asambleísta María Paula Romo, también presentó  el 11 de octubre más de 200.000 firmas al CNE para proceder a su inscripción como movimiento político nacional.

Al momento se han registrado e inscrito en el CNE, con miras a participar en las próximas elecciones a nivel nacional, el Partido Movimiento Popular Democrático, Partido Roldosista Ecuatoriano y el Movimiento Patria Altiva I Soberana, mientras tanto el Partido Sociedad Patriótica está por concluir el trámite correspondiente.

El Movimiento Concertación Nacional Democrática, el de Integración Ciudadana, y el Centro Democrático son las nuevas agrupaciones que entran a la batalla electoral y acomodan desde ya las fichas de candidatos y directivos.

Los tres colectivos se dicen de tendencia democrática de centro-derecha y centro- izquierda y se preparan para participar en las próximas elecciones generales motivados por el objetivo de vencer al gobernante Movimiento Patria Altiva  Soberana (PAIS), al que consideran su máximo oponente.  

El Movimiento Concertación Nacional Democrática está liderado por el asambleísta César Montúfar y conformado por figuras como Leonardo Viteri, Enrique Herrería, César Rohón, Benjamín Rosales, José Pileggi, entre otros. Esta agrupación arrancó el 8 de septiembre de este año la recolección de las 165.000 firmas que requiere para su inscripción en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Montúfar, asambleísta por la provincia de Pichincha y académico de ciencias políticas, señaló que su agrupación promoverá la unidad de todos los sectores de oposición a fin de presentar una alternativa política en conjunto al país.

“El país está a la espera de que surjan nuevas opciones y alternativas al proyecto dominante. Creo que el respaldo al Gobierno ha venido decayendo en los últimos años y hay una enorme oportunidad para que movimientos democráticos tengan un espacio político”, mencionó.

El dirigente indicó que participarán con un candidato presidencial y aspirantes a asambleístas, que serán seleccionados a través de un proceso de elecciones primarias. Igualmente, el empresario y ex asambleísta César Rohón, afirmó que la propuesta del movimiento va encaminada a ofrecer a los ecuatorianos una alternativa que “respete las instituciones democráticas”.

El Movimiento de Integración Ciudadana, que lidera el ex militar Marco Armijos, suscribió a finales del año anterior su acta de creación y colaboró con PAIS en la campaña por el Sí en la consulta popular y plebiscito del siete de mayo pasado, que se convirtió en otro triunfo del oficialismo.

Armijos aspira a que su agrupación se convierta en la competencia del partido gobernante en la próxima contienda electoral. “Les ofrecemos una competencia justa, leal y respetuosa”, dijo.

El dirigente indicó que su movimiento ya no se “acomoda con la revolución ciudadana” que impulsa el régimen, porque considera que ésta “ha cambiado su rumbo inicial”. Tampoco descartó posibles alianzas con otros grupos de oposición.

“Si bien es cierto el Gobierno ha hecho buenas obras,  existen otros aspectos en los que aún nos está debiendo”, expresó Armijos, tras destacar que la propuesta de esta agrupación va orientada a garantizar los derechos de los militares, que él considera vulnerados; ampliar los programas sociales para los ecuatorianos que residen en el exterior y realizar una reforma agraria en pro de los campesinos e indígenas.