Como acertada y valiosa es calificada, por parte de docentes y directivos de las universidades de Guayaquil, la propuesta que hizo diario EL TELÉGRAFO, hace 5 meses, a varias instituciones de educación superior y colegios del país.

El objetivo es que estudiantes que cursan la carrera de Comunicación Social e integrantes de clubes de periodismo de los colegios escriban textos para el diario, pero desde una perspectiva juvenil y con la supervisión de un maestro tutor.

Temas que los atraigan pero transmitidos en un lenguaje sencillo y claro, con la finalidad de contribuir para que en el país se haga un periodismo más serio y responsable.

La invitación la realizó el director del diario, Orlando Pérez, en diciembre de 2013, a varios maestros y directivos de las universidades. Ellos demostraron su satisfacción por la iniciativa que permitiría a sus estudiantes escribir en el diario y adquirir la experiencia en el campo.

En enero se organizó una reunión con estudiantes y maestros en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Ahí el director del diario mostró el proyecto y luego de darles varias pautas para elegir un buen tema, así como para redactar bien un artículo periodístico, los invitó a escribir en este medio.

Para Carlos Aguilar, estudiante de cuarto curso de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, escribir en un diario como EL TELÉGRAFO le ha permitido poner en práctica las técnicas periodísticas que ha aprendido en las aulas.

“Una cosa es lo que a uno le enseñan en clases y otra a lo que te enfrentas día a día. La iniciativa del diario es brindar un espacio a aquellos jóvenes que deseamos involucrarnos en la profesión y eso nos dota de experiencia, porque hemos aprendido con tiempo a estructurar una nota, a buscar fuentes confiables, a ser recursivos. Si no encuentro un tema, lo puedo reemplazar por otro, pero jamás llegar con las manos vacías a la redacción”, dijo.

Según Aguilar, este espacio hacía falta en el sistema universitario y ahora el diario lo brinda.

“Antes las prácticas estudiantiles consistían en sacar grabaciones y hacer llamadas, lo de ahora es hacer periodismo. Es ver el fin de semana un texto publicado y leído”, agregó.

Para Susan Escobar, profesora de la Universidad Politécnica Salesiana, la iniciativa del diario beneficia a los estudiantes.

Porque les permite ingresar en el verdadero mundo del periodismo, proponer ideas y temas, organizar un trabajo, investigar y luego hacer la cobertura. 

Para ella, todo eso es una práctica que realmente los estudiantes necesitaban con urgencia.

“Luego viene armar el texto, crear infografías y vivir con la presión de un cierre de edición. Es complicado que el estudiante sienta eso en un aula de clases. La experiencia les ha permitido sentirse periodistas, enfrentarse a obstáculos”, indicó.

Además, dijo Escobar, perfeccionan los conocimientos adquiridos. Si los directivos de las universidades permitieron que los alumnos trabajen en la propuesta del diario, es porque se dieron cuenta de los grandes beneficios que lograrán.

Temas variados

Los beneficios del Crossfit, una mañana en el Malecón 2000, la vida en la isla Santay, las iguanas consentidas de los visitantes y varios proyectos impulsados por las mismas universidades han sido temas que los estudiantes han abordado en el diario.

Torffe Quintero, catedrática de la Universidad Casa Grande, considera que el beneficio del alumno está en que ejerza la profesión y se enfrente a los avatares del oficio.

Aunque, aseguró, ese ejercicio de la profesión para sus alumnos no es nuevo, el poder ver su producto publicado y leído por los lectores de un diario, sí es un aliciente para ellos de que están haciendo las cosas bien.

Además, agregó que contribuye en gran medida a sembrar la práctica de un ejercicio periodístico profesional más serio y responsable.

Sin embargo, a más de los estudiantes universitarios, en Cuenca alumnos del colegio Benigno Malo ya han publicado sus trabajos.

Mientras que, en Ambato los colegios Bolívar y Ambato ya preparan sus notas para publicarlas en las siguientes semanas.