Censura, regulación y autorregulación fueron los tres puntos que catedráticos, periodistas y representantes de medios debatieron ayer en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal).  

El evento fue auspiciado por el Centro Carter, Ciespal, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y la Universidad Andina. El objetivo era promover el   diálogo sobre el papel que juegan los medios de comunicación y el Estado con respecto a la regulación de contenidos y su implicación sobre la libertad de expresión.

El catedrático uruguayo Gustavo Gómez y el periodista Jhon Dingns fueron los expositores en el conversatorio. El docente, en su intervención, dijo que el tema específico era saber ¿qué se regula?, ¿cómo se regula? y, sobre todo, ¿quién o quiénes serán los responsables de esta acción y cómo ésta repercutirá al momento de precautelar la libertad de expresión?

En caso del Estado, el comunicador mencionó que debe regular y garantizar  la libertad de expresión, pero no restringirla. Calificó como un acto de democracia  el debate público, pues reconoció que hay una concentración de la comunicación en pocos medios, lo que mina la participación de la diversidad social. “Hay poderes privados que pueden limitar la libertad de expresión”, señaló.

Por su parte Jhon Dingns dijo que la búsqueda de la verdad es lo que protege  la libertad de expresión y planteó la necesidad de la autorregulación de los medios, pero a través de organismos independientes a los medios y al Estado. “Propongo estos pasos prácticos sobre la regulación, pues se debe deliberar en sociedad sobre el papel de la prensa y la libertad de expresión, esto a través de un consenso. Son los mismos sectores de la sociedad los que  deben crear un organismo de autorregulación financiado por los medios privados”, indicó.

Las ponencias causaron reacciones en el foro. Romel Jurado, asesor de la desaparecida Comisión Ocasional de Comunicación de la Asamblea Nacional, indicó que la autorregulación es contraria al estado de derecho. “Es crear un gueto de privilegio para unos pocos que buscan regularse a sí mismos”, sentenció.

Además, aclaró que los derechos de la comunicación están regulados a nivel internacional y recalcó que  Ecuador, para interpretar y garantizar estos beneficios, redacta la Ley de Comunicación, actualmente detenida en la Asamblea.

Sin embargo, Jaime Mantilla, presidente de Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y director de diario Hoy, opinó que los derechos de expresión se deben enmarcar en la autorregulación.

Orlando Pérez, director de Diario El Telégrafo, no coincidió. “No puede ser que unos entes independientes, aislados del resto de la sociedad, se regulen de acuerdo a determinados intereses y determinadas propuestas”, criticó.

Ignacio López Vigil, de Radialistas Apasionados, comentó que “ni el Estado, ni el mercado (medios privados) deben controlar la libertad de expresión; pero tampoco este derecho debe estar sujeto a una autorregulación, pues le corresponde a la ciudadanía esta acción”.