Un supuesto insurgente colombiano habría escapado, la noche del sábado, de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC), en la parroquia Palma Real, cantón San Lorenzo, en Esmeraldas, donde estaba detenido, luego de que sus compañeros lanzaron una granada en el interior.

Hasta el cierre de esta edición no había una versión oficial de los hechos por parte de la Policía Nacional o de las Fuerzas Armadas.

El sujeto había sido apresado horas antes por personal policial durante un operativo de rutina. En su poder se halló un arma automática de la cual no supo explicar su procedencia.

En el país hace varios meses las autoridades prohibieron el porte de armas como una medida para evitar los asaltos y robos.

El detenido portaba un arma automática y lo iban a trasladar  al cuartel de San LorenzoLos agentes del orden trasladaron hasta la UPC al ciudadano con acento colombiano. La idea era llevarlo al día siguiente a San Lorenzo para las investigaciones pertinentes.

La noche transcurría sin problemas hasta que aparecieron tres sujetos más, al parecer del vecino país del norte, quienes reclamaron de manera airada por la detención del sujeto en horas antes.

Uno de los implicados arrojó una granada del tipo limón en las instalaciones policiales, lo que  provocó que  quienes se encontraban ahí se dirigieran a  un lugar seguro. Este hecho fue aprovechado por el detenido,   esposadas sus manos, quien escapó con rumbo desconocido.

El artefacto no estalló y tampoco se produjo un cruce de balas entre los gendarmes y los presuntos irregulares.

Los policías del destacamento dieron aviso al cuartel más cercano, con el objetivo de iniciar un operativo para capturar a los cuatro desconocidos.

Los soldados iniciaron un barrido por distintos sectores de la parroquia Palma Real, ubicada en el último punto de la frontera ecuatoriano-colombiana.

Las operaciones se prolongaron durante varias horas, sin que se lograra la detención.