Francisco y Correa analizan la situación de América Latina
El papa Francisco recibió ayer en el Vaticano al presidente Rafael Correa, con quien mantuvo un coloquio a solas que se prolongó durante 20 minutos, en los que analizaron las relaciones bilaterales, la situación en América Latina y la defensa de las poblaciones indígenas.
“Lo veo fresco como una lechuga”, dijo el argentino Jorge Mario Bergoglio al gobernante, tras saludarlo con un fuerte abrazo y preguntarle cómo estaba su madre, quien asistió junto con Correa, el pasado 19 de marzo, a la misa de inicio de pontificado de Francisco.
Correa también se reunió con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, con el “ministro de exteriores” del Vaticano, arzobispo Dominique Mamberti.
“En las conversaciones, que han tenido lugar en un clima de cordialidad, se ha tratado de la relevante aportación de la Iglesia católica en los diversos sectores de la vida social del país y de la importancia de un diálogo sincero y permanente entre la Iglesia y el Estado para hacer frente a los retos fundamentales de la sociedad”, informó el Vaticano.
El Papa y Correa también hablaron de “la centralidad de la justicia social y del valor de la solidaridad”. “Asimismo se ha hablado de asuntos de actualidad de la región (latinoamericana), del respeto de las poblaciones indígenas, de su cultura y de la protección del ambiente”, subrayó el Vaticano.
Acompañado de una comitiva de doce personas, Rafael Correa llegó al Vaticano pocos minutos antes de las once de la mañana local. La comitiva, formada por siete automóviles, escoltados por la Policía italiana, atravesó la plaza de San Pedro -colmada de fieles y turistas- y entró en el pequeño estado por el Arco de las Campanas, reservado a jefes de Estado y de Gobierno.
En el patio de San Dámaso le rindió honores un piquete de la Guardia Suiza y fue recibido por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, quien lo acompañó hasta la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada, lugar del encuentro, donde lo recibió el Pontífice.
Tras fundirse en un fuerte abrazo y en un ambiente de gran cordialidad, Francisco le dijo: “Qué gusto verlo otra vez, ¿Cómo está su madre?”.
Correa, que vestía la tradicional camisa blanca, sin cuello, bordada, agradeció con una amplia sonrisa las palabras del Papa y el interés por su madre. Después ambos pasaron a la biblioteca privada, donde conversaron.
“Para mí es un honor estar aquí”, señaló el Jefe de Estado. Después se cerraron las puertas del recinto y comenzó el coloquio a solas. Concluida la audiencia, entró en la sala el séquito del Presidente, del que formaban parte, entre otros, el secretario de Planificación y Desarrollo, Fander Falconí; el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado; y el embajador de Ecuador ante la Santa Sede, Luis Latorre.
Tras las presentaciones, Correa regaló al Papa un sombrero de paja toquilla -conocido como Montecristi-, un cuadro con la imagen de la Virgen Dolorosa y el libro “La Estrella del camino. Apuntes para el estudio del Belén barroco de Quito”, una obra sobre la tradición del Portal de Belén que se hace en la capital ecuatoriana y autoría de Francisco Manuel Valiñas López.
Cuando al inicio del pontificado Francisco recibió en audiencia a los embajadores acreditados ante la Santa Sede y saludó al de Ecuador, le habló de su Virgen Dolorosa, muy conocida en Ecuador por haber hecho un milagro en una iglesia de los jesuitas.
El embajador Latorre “tomó nota” y hoy Correa le trajo una copia, en óleo, de la Virgen milagrosa. Francisco le correspondió con el libro sobre el Documento de Aparecida (la reunión de la iglesia latinoamericana y del Caribe que marcó la nueva evangelización del continente), una medalla del pontificado y un rosario.
Correa llegó al Vaticano procedente de Milán (norte de Italia), donde se reunió con empresarios locales y con la colonia ecuatoriana que vive en el norte de Italia.
En esa ciudad, ante un auditorio con alrededor de 6.000 compatriotas ecuatorianos que se dieron cita en el Mediolanum Forum en el sector de Assago, Correa agradeció por el masivo apoyo electoral recibido que se reflejó en un histórico triunfo electoral.
En su intervención, el Mandatario resaltó que PAIS se adjudicó 100 de los 137 escaños en la Asamblea Nacional. Destacó que en el exterior el apoyo también fue contundente pues se eligieron seis asambleístas.
El Jefe de Estado recordó la crisis financiera de marzo de 1999 que desencadenó la migración de miles de ciudadanos. “Ahora en nuestro país ya no manda el capital financiero sino el pueblo ecuatoriano”, comentó.
Por las mejoras registradas en el país invitó a los migrantes a regresar a su hogar.
ECUADOR INVITA A LOS ESPAÑOLES A INVERTIR EN EL PAÍS ANDINO
El ministro de Producción, Empleo y Competitividad ecuatoriano, Richard Espinosa, invitó a las empresas españolas a participar en los “grandes proyectos” de inversión público-privados que ha impulsado el Gobierno de Ecuador para la construcción de carreteras, hospitales y escuelas.
Espinosa se reunió en la sede de la mayor patronal española, CEOE, con su vicepresidente, Arturo Fernández, así como con una delegación de empresarios españoles.
El ministro destacó las oportunidades de negocio que ofrece su país en infraestructuras y en especial en ocho proyectos hidroeléctricos, que -dijo- servirán para exportar energía en 2016 a terceros países.
Además, resaltó la mejora en el sistema de compras públicas en Ecuador y subrayó el crecimiento de la economía del país a tasas del 4,3% anuales.
Fernández pidió a Espinosa mayor seguridad jurídica para las empresas españolas, “la mejor vía para atraer inversores extranjeros”. También abogó para fomentar las ventajas fiscales de las pymes que quieran hacer negocio en Ecuador.
En la tarde, el presidente Rafael Correa se reunió con la colonia ecuatoriana donde destacó los cambios en el país. Con el canciller Ricardo Patiño, Correa interpretó varios boleros y valses.