En siete minutos Patiño le pide a Namm no hacer política interna
Mostrando algunos de los grafitis que el viernes pasado se plasmaron en un mural de la Unión Nacional de Periodistas (UNP), relacionados con la supuesta falta de libertad de expresión en Ecuador, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño expresó al embajador estadounidense Adam Namm el malestar del Gobierno ecuatoriano por su participación en un acto “claramente político”.
Los diplomáticos se reunieron en privado a las 15:00 de ayer en el Palacio de Najas. La cita duró solamente siete minutos e inmediatamente el representante ecuatoriano se dirigió a la prensa para reiterar que si el embajador estadounidense vuelve a participar de un acto político, “nuestra reacción noserá solamente llamarle la atención por lo que ha hecho, sino que será una respuesta de otra naturaleza”.
En el evento organizado por el gremio de periodistas se expresaron mensajes como: “la única prensa libre es la que se dicta en el Palacio” y “la autocensura por miedo es peor que la censura oficial”, en abierta oposición al Gobierno, por lo que “no era un acto sobre la libertad de expresión sino que era político”, reiteró Patiño.
En ese encuentro Namm también escribió su propio grafiti, por lo que Patiño lo tildó de “embajador grafitero” y le recordó que “Ecuador no acepta que el embajador de un país amigo participe en actos políticos” y que su actuación puede traer repercusiones a nivel diplomático. “El señor Namm tiene todo el derecho de hacer lo que él considere como embajador, requerir información política, económica y social, pero no tiene derecho a intervenir en actividades políticas, como lo hizo”, insistió el funcionario.
Patiño lamentó que la actitud inapropiada de Namm haya ocurrido un día después de que la delegación ecuatoriana en Estados Unidos expresó su interés por restablecer el diálogo político y las relaciones comerciales, a través de la embajadora Nathalie Cely. “Y él, al día siguiente, escribe un grafiti al lado de expresiones ofensivas al Presidente de la República”, criticó.
Ante las constantes interrogantes de la prensa sobre la reacción del embajador estadounidense, el canciller se limitó a señalar que Namm se excusó asegurando que nunca pensó que se tratara de un evento político, pero sobre su reacción: “pregúntenle a él”, anotó.
Sobre este tema, agregados de prensa de la Embajada de Estados Unidos en Quito indicaron que Namm no se pronunciará al respecto, pero señalaron que diálogos como este son “normales” en las relaciones diplomáticas.
Y precisamente Patiño aclaró que se trató de un llamado de atención al diplomático extranjero, mas no una consulta, pues aquello solo rige para los delegados ecuatorianos en el exterior. Pero apuntó que en el breve diálogo que mantuvo con Namm le recordó que Ecuador no acepta la injerencia extranjera en la política interna ni que los embajadores intervengan en actividades políticas, más aún si son ofensivas contra el presidente de los ecuatorianos y “suponemos que no se volverá a repetir”.
Por su parte, el propio presidente de la República, Rafael Correa, negó que por este impasse se haya pensado en expulsar al embajador norteamericano, pero sí se le recomendó “ser un poco más considerado con el país que lo acoge”.
“Ya es un acto grosero ir a la UNP, que todo el mundo sabe que es un gremio adversario al gobierno, que reúne a los periodistas opositores del Gobierno, dirigidos por un empleado de diario El Universo. ¿Para qué va allá?, ¿por qué no van los demás embajadores?”, se preguntó Correa en un conversatorio con medios en Guayaquil.
El Mandatario restó importancia al hecho -al que calificó como un “desliz” del embajador-, pero del que señaló que “dice mucho de su visión, que viene a controlarnos”. “¿Quién ha dicho que ese es su rol?”, finalizó el Jefe de Estado.