Las lluvias no cesan en el cantón Quijos (Napo) y los deslizamientos, aunque menores, continúan entre Papallacta y Baeza. Ello impide habilitar completamente la vía que conecta a Quito con la Amazonía.

El presidente de la junta parroquial de Papallacta, Fausto Tituaña, indicó que la situación es grave para los negocios que dependen del turismo. Las piscinas de aguas termales son el principal atractivo y desde el derrumbe ocurrido el pasado 21 de julio, el número de visitantes cayó en 90%.

Paquita Coronel, propietaria de Papallacta Termales, está preocupada. Considera que los turistas están mal informados porque desconocen que no hay restricciones hasta el sector sino para quienes deseen avanzar hasta Baeza.

“Para nuestros negocios julio y agosto son los mejores meses del año. En estas fechas nuestras instalaciones estaban llenas de turistas franceses, alemanes, canadienses y otras nacionalidades, pero en estas semanas no hemos recibido a nadie. También son pocos los turistas nacionales que nos han visitado”, se lamentó Coronel.

Para evitar incidentes graves, las autoridades permiten el tránsito vehicular de 08:00 a 10:00 y de 15:00 a 17:00. Según Christian Rivera, director del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), hasta la 13:30 de ayer no hubo restricciones en la vía Quito - Papallacta, mientras que en el tramo hacia Baeza había maquinaria realizando limpieza, pero el tránsito era fluido.

Se recomienda a la población movilizarse con precaución porque las lluvias persisten. Reconoció que la situación ha afectado al sector turístico, pero “debemos evaluar la seguridad de la vía”.

Al respecto, Tituaña informó que una delegación de promotores turísticos viajará el martes aTena para evaluar la situación con las autoridades provinciales. (I)