El Partido Socialista va a la reestructura orgánica
El Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) entrará en un proceso de reestructuración política y orgánica, ante la imposibilidad de nombrar, el último fin de semana, los candidatos para que ocupen las distintas dignidades nacionales.
“El Partido está dividido”, admitió Víctor Granda, uno de sus militantes fundadores. Explicó que un sector decidió, unilateralmente, desconocer la línea política y dar su apoyo incondicional al gobierno del presidente Rafael Correa, y otro se pronunció por una actitud crítica frente al régimen.
El problema surgió el sábado anterior, cuando las dos fracciones pretendían presentar sus candidatos para renovar la directiva nacional y reemplazar a Rafael Quinteros en la presidencia del PSE.
Según Granda, el grupo que apoya al Gobierno impidió el ingreso de los delegados al Salón de Asuntos Internacionales de la Universidad de Bolívar, Guaranda, donde se llevaba a cabo el Congreso Nacional del Partido. Informó que en el forcejeo se agredió al rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, Enrique Ayala, otro de los fundadores del PSE.
Germán Jarrín, director del PSE de Guaranda y presidente del Congreso del PSE, clausuró la sesión sin consultar a la mesa directiva, para reunirse con sus allegados en el Consejo Nacional Electoral de Bolívar, en un encuentro paralelo.
Pablo Serrano, miembro de la fracción y quien es uno de los que pide alejarse del Gobierno, denunció que ese sector eligió una nueva directiva ilegal, “que excluye a la mayoría de los socialistas del país”. Por ello anticipó que cualquier resolución que adopte será nula.
La fracción socialista que asegura fue agredida decidió nombrar una comisión de reestructuración política y orgánica del Partido e impugnar las decisiones que se hayan adoptado en la reunión paralela.
Tanto Granda como Serrano expresaron que existe el ánimo para restaurar la unidad del Partido Socialista y que las diferencias surgidas deben dirimirse de manera democrática y no autoritaria.