La secretaría de gestión de riesgos coordina la evacuación de personas que viven cerca de ríos
El invierno sigue causando daños y víctimas (Galerías)
La temporada invernal no cesa. Al sur del país, El Oro, Loja y Zamora Chinchipe, las lluvias han causado viviendas destruidas, familias evacuadas y suspensión temporal de vías. El último episodio ocurrió la noche del martes cuando se reportó un deslizamiento de grandes proporciones en 3 ejes viales: Balsas-Loja/Portovelo-Loja/Arenillas-Puyango. Debido a esto, El Oro y Loja estuvieron incomunicadas vialmente durante 4 horas.
Actualmente las vías se encuentran parcialmente habilitadas y se pide a los conductores circular con precaución, porque existen escombros, sedimentos y lodo.
El peor escenario se extiende a lo largo del cantón Balsas, donde la noche del martes y tempranas horas del miércoles se desbordó la quebrada del mismo nombre. 7 barrios han quedado anegados y una corriente de lodo y piedras copó la calle principal 10 de Agosto, dañando viviendas y negocios del centro.
En esta zona el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal activó la emergencia y se adecuaron 2 albergues (colegio Vicente Anda Aguirre y el Instituto Artesanal) para atender a 20 familias evacuadas. La desesperación y angustia eran evidentes entre los afectados en la mañana de ayer. Entre ellos se ayudaban para rescatar lo poco que quedó en los hogares.
Las calles se convirtieron literalmente en ríos, lo que provocó el colapso del sistema de agua potable y alcantarillado. Ayer varios tanqueros repartían el líquido vital a los habitantes.
El barrio Primero de Mayo es el más afectado. Allí se pudo ver al menos 5 postes de luz eléctrica caídos y en 7 barrios no hay servicio.
El alcalde del cantón, Andrés Pinto, declaró la emergencia y dijo: “Estamos en un desastre total, las redes de agua y alcantarillado están completamente inservibles”.
Juana Reyes, con lágrimas, recordó que parte de la montaña se vino abajo y destrozó 2 paredes de su casa. “Lo único que hicimos fue correr y salvar nuestras vidas”, comentó. Las tiendas abrieron parcialmente, la gente prefirió unirse a la minga para limpiar la ciudad.
Cierre de vía afecta a negocios
La parroquia Alluriquín, a menos de 30 minutos de Santo Domingo de los Colorados, luce desolada, pues alrededor de 100 deslaves han ocurrido desde el jueves pasado.
Los moradores dicen que la situación se torna angustiante y la restricción del paso vehicular desde hace ya 7 días ha afectado a los negocios y la entrada de alimentos.
Silvia Cajamarca, propietaria de un restaurante ubicado al filo de la carretera, comentó que las ventas en su local bajaron 50%, por la ausencia de viajeros.
Entre tanto, las autoridades sugieren a la gente que abandone el sector, debido a que el riesgo de aludes persiste. Además, Alluriquín se ubica cerca de una falla geológica.
El recinto ferial y el coliseo de la capital de la provincia tsáchila han sido acondicionados como albergues para recibir a 2 mil pobladores.
Las autoridades indicaron en diciembre de 2014 que esta falla amenaza con desprender parte de la montaña. A pesar de ello, los habitantes se resisten a dejar sus hogares. La gobernadora Doris Merino y el prefecto Geovanny Benítez piden la declaratoria de la alerta naranja en el sector.
Hasta el momento se ha confirmado la muerte de 8 personas a consecuencia de los deslaves: 6 en el kilómetro 28 y 2 adultos mayores en Alluriquín. La familia Aulestia-Flores y José de la Cruz se mantienen como desaparecidos.
LAS LLUVIAS CAUSAN $ 1 MILLÓN EN PÉRDIDAS
En los últimos días las fuertes lluvias han puesto en apuros a diversos sectores de Chimborazo y Cotopaxi. Ayer, Pablo Murillo, coordinador Zonal 3 de la Secretaría de Gestión de Riesgos, explicó que el viernes pasado se incrementaron las precipitaciones y causaron el desbordamiento de los ríos Chanchán y Chimbo, en Chimborazo. “El agua inundó galpones y 75 mil aves perecieron. Esto sumado a los daños materiales arroja pérdidas por $ 1 millón. Se formó un equipo técnico para enterrar a los animales y así evitar un impacto ambiental y sanitario”, precisó.
En ese contexto, el cantón Cumandá fue declarado en estado de emergencia para priorizar los recursos económicos locales.
A la par, en Cotopaxi, en el cantón La Maná, el puente del río Quindigua, colapsó tras la lluvia del 21 de marzo.
Este puente conecta a los recintos Sandomo, La Playa, Solonso, 15 de Septiembre, El Tonglo Dos y Tres, Paraíso, Lulo Chico, Cóndor y Sucre. Aún no se habilita totalmente. René Morales, director de Obras Públicas del GAD Provincial, dijo que la maquinaria se movilizó al sector. En el encauzamiento del río trabajan 2 excavadoras 1 cargadora y 4 volquetas.
En la parroquia Pucayacu un deslave dejó incomunicados a los habitantes de 5 recintos y el sistema de alcantarillado colapsó. Técnicos de la Dirección de Obras Públicas evalúan los daños. En Pangua la vía más afectada fue Sachapungo-Andoas.
3 RADARES MONITORIZAN LAS PRECIPITACIONES
La empresa Etapa, de Cuenca, puso en funcionamiento desde ayer 3 radares meteorológicos, ubicados en el sector de Tres Cruces, en el Parque Nacional El Cajas.
Según el gerente de esta empresa, Iván Palacios, los radares serán importantes para la región, ya que proporcionarán información sobre el estado del clima, datos sobre la cantidad de lluvias registradas, inundaciones, sequías, crecimiento de los ríos. “El radar vigilará desde el Golfo de Guayaquil, pasando los Andes, hasta el Oriente ecuatoriano, es decir, tendrá cobertura en Azuay, Loja, Morona, parte de la provincia del Guayas, El Oro y Zamora Chinchipe”, dijo el funcionario. Los radares son de origen alemán y tienen un costo superior a $ 3 millones.
Mientras tanto, las lluvias regresaron a Cuenca, a tal punto que se activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE). Las autoridades de este organismo realizan una minga de limpieza de las quebradas para evitar futuras inundaciones, con el apoyo de jefes y tenientes políticos en la provincia del Azuay. También se trabaja con la Policía, Ejército y Guardia Ciudadana, controlando las orillas de los ríos para evitar que personas caigan a sus aguas, ya que hay un caudal considerable. “Estamos coordinando todas las acciones para evitar situaciones que lamentar por las lluvias”, dijo el director zonal de Gestión de Riesgos, Galo Sánchez.