El derrumbe de alrededor de 20.000 metros cúbicos de tierra y piedras ocurrido en el kilómetro 15 de la carretera que une a Guanujo con Echeandía, en la provincia de Bolívar, provocó la muerte de una persona y mantiene cerrados los dos carriles de la vía desde la tarde del domingo.

El suceso se originó en la inestabilidad del suelo provocada por las constantes lluvias que caen en esa zona de la Sierra ecuatoriana desde hace varios días.

Esta situación climática persiste en el área y ha retrasado la limpieza de la carretera, según versiones de la Dirección del Ministerio de Transporte y Obras Públicas en esa provincia.

De acuerdo con el organismo, los deslizamientos continúan en el área, lo que torna peligrosas las tareas de evacuación del material caído.

La medida es en previsión de que se pudiera repetir lo sucedido en el lugar con un operador de maquinaria, quien resultó sepultado por el deslizamiento. Información oficial dio cuenta de que el hombre se encontraba desechando restos de un alud anterior de menores proporciones, cuando fue alcanzado por la avalancha el domingo pasado.

El rescate del cuerpo del maquinista fue difícil y solo se logró mediante la colaboración de habitantes de la zona, quienes participaron en la búsqueda. El cadáver fue trasladado el lunes a la morgue del cementerio de Guaranda.

Entre tanto, las autoridades piden a los conductores utilizar vías alternas mientras dura la emergencia y evitar al máximo aproximarse a la zona por el riesgo que existe.

Así mismo, las constantes precipitaciones han dejado sin el servicio de agua potable a la ciudad de Quinindé (centro de Esmeraldas), desde el domingo anterior, situación que ha motivado el enojo y reclamo de los ciudadanos.

El alcalde Manuel Casanova informó sobre el hecho de que una de las bombas de succión de la planta de tratamiento del líquido se quemó, por lo que ha resultado imposible abastecer los tanques de reserva de agua en estos días.

Frente a ello, los afectados reclaman la distribución del líquido mediante carros cisterna hasta que la emergencia se supere.

Hace dos años, el Estado asignó $ 10’000.000 para la rehabilitación del sistema integral de agua potable local a través del Municipio.

De ese monto, hasta el momento se han invertido $ 3’679.822,78, en dos etapas, para el cambio de tuberías, redes domiciliarias, conexiones y medidores.

En el mismo cantón, las lluvias también han provocado la crecida del Río Blanco, el cual arrastra troncos y otros elementos que resultan peligrosos.

Por otra parte, La Concordia, también en Esmeraldas, ha sufrido constantes apagones debido a la caída de árboles sobre cables a causa de las lluvias que soporta la zona desde el jueves anterior.

A su vez, las repentinas suspensiones eléctricas ocasionan molestias e incluso daños de electrodomésticos en la ciudad.