Ecuador declara persona no grata a Embajadora de EE.UU.
El Gobierno del Ecuador declaró "persona no grata" a la embajadora de Estados Unidos en el país, Heather Hodges, y la instó a abandonar territorio ecuatoriano en el menor tiempo posible, informó hoy el canciller Ricardo Patiño, quien aclaró que no se trata de una expulsión.
La decisión se adoptó luego de que en una reunión con Patiño, la funcionaria estadounidense no ofreciera “una información satisfactoria” respecto a los cables electrónicos revelados por WikiLeaks, y enviados desde la Embajada de los Estados Unidos en Quito, en el que se presume que el presidente Rafael Correa habría estado enterado de supuestos actos de corrupción de miembros de la cúpula policial.
Patiño relató que ayer llamó a Hodges a su despacho para pedirle explicaciones sobre el cable, pero la diplomática le respondió que los documentos habían sido robados y que ni ella ni su Gobierno harían comentarios al respecto.
El funcionario enfatizó en rueda de prensa que la decisión no busca de ninguna manera afectar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
"Esta es una responsabilidad directa de una persona, de la embajadora en nuestro país, y no es un tema que tiene que ver con el Gobierno de EE.UU. (...)". A ella (Hodges) la hemos considerado como persona no grata y por eso le hemos pedido que abandone el país, pero esperamos que se mantengan las relaciones cordiales que hay entre los dos gobiernos", recalcó Patiño.
También dijo que no se llamará a consultas al embajador ecuatoriano en Washington, porque su reacción no se dirige contra el Gobierno estadounidense, "sino contra estos cables que han sido presuntamente firmados por la señora embajadora".
En un comunicado difundido ayer, el Gobierno de Ecuador expresó su "profunda indignación" por las especulaciones sobre supuestos actos de corrupción imputados a ex jefes policiales, desvelados en cables filtrados por WikiLeaks, aparecidos en el diario español El País.
Además, calificó de "maliciosa y temeraria" la afirmación de que el Jefe de Estado había designado a Jaime Hurtado Vaca como comandante de la Policía, aún conociendo de su comportamiento supuestamente delictivo.