Los moradores de las comunidades indígenas de La Esperanza y Angochagua (al suroriente de la Ibarra), sometieron a un ritual de purificación, la madrugada de ayer, a dos personas acusadas de robar ganado en la zona.

Desde las 00:00, los implicados de nacionalidad colombiana fueron obligados, por órdenes de los líderes indígenas, a cargar piedras por más de dos horas.

Además, en la oscuridad de la noche, y sin importar la llovizna ni las bajas temperaturas, los bañaron con agua helada, mientras dos mujeres de la comunidad los golpeaban con ramas de ortiga.

Luego de caminar descalzos, a las 03:00 llegaron a la comunidad El Ambra. Allí los moradores rociaron combustible a una camioneta Mitsubishi en la que los supuestos cuatreros habrían cometido sus fechorías. Un fósforo fue suficiente para prender fuego al automotor, el cual quedó inservible.

El dirigente Víctor Cuasqui dijo que la camioneta azul de placas PTV-969 fue incendiada para que no sea utilizada en otros delitos. Añadió que el conductor tenía la licencia de conducir caducada en 2010 y que el vehículo presuntamente era robado. En tanto, Rosa Cuasquer, moradora de Angochagua, afirmó que conocían que la pareja actuaba en la zona desde hace tres meses.

Cuando las llamas consumieron el vehículo, los acusados fueron liberados. Pero los dirigentes los amenazaron con quemarlos vivos si los hallaban de nuevo en malos pasos.