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Ecuador, 28 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo

“Don SUMA” pasó de la Bahía a un mall para ver el triunfo de la “Tri”

Ni bien se bajaba de la camioneta (una Toyota Fortuner blanca) y más de un curioso empezó a pedirle camisetas. De esta forma el presidenciable por el movimiento SUMA, Mauricio Rodas, iniciaba el pasado miércoles su periplo por la Bahía en Guayaquil, para presentar, a pie, sus propuestas.

Cerca de las 12:00, tres vehículos con logotipos del candidato se estacionaron a lo largo de la avenida Olmedo en los exteriores de la Caja del Seguro Social. Los transeúntes comenzaron a aglutinarse, unos para ver de quién se trataba, otros para saludarlo y una que otra dama que aprovechó este recorrido para tomarse fotos con el postulante.

Rodas respondió a todas esas manifestaciones con sonrisas y estrechones de mano. Un ciudadano se acercó y mostrándole su cédula de identidad le dijo: “Vea, tenemos el mismo nombre y el mismo apellido”. El candidato, sorprendido, soltó una carcajada y saludó a su homónimo afectuosamente, pero por pocos minutos porque tenía que empezar su caminata. Mientras atravesaba las estrechas calles del casco comercial, los acompañantes de Rodas en la jornada -los candidatos a la Asamblea Héctor Yépez, Hernán Ulloa, Luis Mauret, entre otros- entregaban  pulseras y calendarios para promocionar sus propuestas.

“¡Queremos camisetas!, ¡Don SUMA, regale una camiseta”, eran los gritos de las personas que pugnaban por acercarse al candidato, quien a paso lento continuaba su camino por los almacenes y quioscos, en los que las mujeres eran las que más se afanaban por saludarlo, tampoco faltó el consabido beso en la mejilla.

Empezaron las arengas: “¡Mauricio Presidente!, ¡Mauricio sí le gana!”, entre otros gritos, de algo más de una veintena de militantes y jóvenes que flameaban banderas del movimiento SUMA por todo el sector comercial. La bulliciosa barra llamó la atención de dueños de almacenes y compradores de la Bahía Huayna Cápac.

Al recorrer la calle Chile, el grupo se detuvo. Era el momento de que Rodas presentara su compromiso número 15 de los 23 que son parte de sus propuestas de campaña. Sus ayudantes colocaron en la acera un banner que informaba sobre el programa “Salud de calidad”. El candidato, con micrófono en mano, empezó a explicar parte de esa propuesta.

Que construirá un sistema de salud de calidad con énfasis en la prevención, que realizará alianzas estratégicas con medios de comunicación para impulsar estos programas; además, que la campaña se extenderá a escuelas y colegios con temas relacionados con la nutrición, fueron -entre otros- los planteamientos de Rodas para luego firmar el banner como un símbolo de que se comprometía a cumplir lo anunciado.

A esas alturas su rostro estaba casi rojo. El calor estaba haciendo su efecto, el clima porteño golpeaba al capitalino. Gruesas gotas de sudor rodaban por su frente. Hizo una breve pausa a su discurso para hidratarse. La campaña pasa factura.    

El candidato provincial Hernán Ulloa, con otro micrófono, se presentaba ante los comerciantes y ante todo aquel que deambulaba por el sector, como un nuevo actor político que iba a luchar desde el Legislativo por los comerciantes informales. “Les saluda Hernán Ulloa, un abogado que defiende sus intereses, somos jóvenes preparados, sabemos cómo defender sus derechos, vamos a hacer respetar el trabajo informal”, eran, entre otras, sus palabras, mientras Rodas ofrecía declaraciones a la prensa, luego de presentar su propuesta del día.

El recorrido continuó por el interior de la Bahía. Entre vericuetos y locales, los candidatos se abrían paso entre la gente y proseguían los saludos, las fotos y los gritos de respaldo de sus militantes, mientras decenas de curiosos seguían con sus miradas la escena proselitista.

Cerca de las 14:00 terminó su caminata por el nutrido sector comercial de Guayaquil. Un grupo de coidearios se adelantó al candidato para avanzar hasta el Mall del Sol, al norte de la ciudad, porque en pocos minutos iba a comenzar un partido de la selección nacional de fútbol contra la de Portugal. Así que aprovecharían para comer y observar el encuentro, además de hacer un receso  tras la larga caminata.

Y Rodas llegó a tiempo. El patio de comidas era un “hervidero” de personas. Allí, entre mesas y comensales, se ubicó con su equipo de campaña, justo cuando desde la pantalla gigante se transmitían los primeros segundos del cotejo. Junto con él estaban sus coidearios Mario Balanzátegui y Héctor Yépez. Mientras observaba el encuentro, Rodas se sirvió un plato de milanesa con papas.

Como todos los que estaban presentes, Rodas saltó de euforia al ver el primer gol de la “Tri”, obra de Antonio Valencia, apenas dos minutos de iniciado el duelo deportivo. De inmediato volvió a la calma, comía, hablaba con sus acompañantes y observaba las acciones, así hasta que terminó el primer tiempo en que se dio un momento para tomar un café.

En el segundo período la situación cambió con el segundo gol de Portugal. Su mirada era seria, pero estaba sereno, prefirió seguir hablando con sus coidearios y desentenderse de las incidencias del partido y se concentró en lo que tenía planificado en su recorrido proselitista.

El diálogo fue abruptamente interrumpido por el griterío de la multitud. Era el gol del empate de Ecuador, Rodas se unió el festejo por unos pocos segundos para volver a la conversación.

El tercer gol -sí, el histórico-, el de Felipe Caicedo, no fue visto por el postulante a Carondelet. Para cuando el fornido delantero anotó, Rodas ya estaba camino a Ecuavisa para un videochat. La campaña no da tiempo para goces personales. Eso ya lo ha entendido el candidato.

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