Dirigente de Pachakutik es señalado por la muerte del colono Carlos Noboa
Habitantes de la parroquia San José de Morona y de los sectores de Puerto Morona, Shaimi y La Paz, en la provincia de Morona Santiago (Amazonía), denuncian que la invasión a tierras de colonos que viven en la zona desde hace 30 años y que tienen títulos de propiedad, así como de la muerte del colono Carlos Noboa, de 24 años, estarían dirigidos por políticos de Pachakutik.
Esto se recogió tras un recorrido realizado el jueves último en la zona, en donde desde el 2008 se ha registrado hechos de violencia y teman que -según dicen- “un baño de sangre” entre colonos y shuaras, por lo que los habitantes piden la intervención del presidente de la República, Rafael Correa, y que declare el estado de emergencia.
El punto más conflictivo estaría en la parroquia San José, que tiene unos 2.500 habitantes, en donde las invasiones, las agresiones de tintes racistas estarían lideradas por el propio presidente de la junta parroquial, Tello Pinchu; su esposa Blanca Puenchir; la vicepresidenta de la junta Tania Saant; los representantes shuaras Luis Sanchín y Raúl Manchash y su esposa Rosa Chumpi; y Rosendo Nurinkias, asambleísta alterno de Diana Atamaint, todos ellos de Pachakutik, brazo político de la Conaie.
Maximiliano Noboa, padre del joven asesinado en una emboscada registrada el lunes último, contó que su hijo fue atacado por invasores cuando acompañaba al colono Fernando Valencia para constatar que su finca había sido incendiada por shuaras y gente de Nurinkias.
La destrucción de propiedades -según los afectados- busca desalojar a los colonos que desde 1975 empezaron a poblar esa zona como parte de un proyecto gubernamental de la época, sin tener en cuenta que en 1991 recibieron títulos de propiedad del ex Instituto Ecuatoriano de Reforma Agraria (IERAC).
Según el colono Luis Peralta Kashijint, vocal de la junta parroquial San José, todo esto ocurre pese a que en 1975 -cuando llegaron los primeros pobladores- se firmaron acuerdos con la Federación Shuar que en aquel entonces aceptó darles parte de esa área selvática, donde hoy está la cabecera parroquial.
“Estamos sufriendo ataques masivos de violencia dirigidos por Telle Pinchu, presidente de la junta parroquial de San José. Lo apoyan personas que por sus malos antecedentes fueron expulsados de las comunidades”, denunció.
Están seguros de que todo se está manejando políticamente, con el afán de captar votos para que Pinchu sea electo alcalde del cantón (Tiwinza) en los próximos comicios, así como asegurar la elección de otras autoridades locales y de la provincia, en representación de Pachakutik.
En ese objetivo no importaría que hayan muertos, como lo ocurrido hace un año con el colono N. Marca, quien rechazaba las invasiones, así como de Noboa, por igual motivo.
Con documentos en mano, los colonos mostraron que Pinchu busca ser alcalde, pese a que él y su vicepresidenta firman resoluciones llamando a la violencia, como la del 15 de marzo del 2010, en donde en uno de los puntos le dicen a los shuaras y seguidores: “Compañeros, no se confíen de los colonos, en la campaña hablan maravillas y después de ser electos nunca toman en cuenta al shuar, por lo tanto hay que mandarlos a palo, ají y no tomarlos en cuenta; entre ellos quieren apoyarse, por ello hay que castigar hasta que se lamenten”. (ver facsímil)
Además, el trasfondo de los invasores sería apoderarse de la mayor parte de terrenos, a sabiendas de que, por ejemplo, Puerto Morona será clave porque formará parte del eje del proyecto Manta-Manaos, del actual Gobierno, que busca impulsar el desarrollo regional.
Los colonos dicen que debería aplicarse el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial para la cabecera parroquial, y que Pinchu debería entender que ese plan no significa solo repartir tierras para ganar adeptos y poder. Los afectados coinciden en pedir a Correa que disponga el desalojo de los invasores y que la justicia investigue y ordene la prisión de los cabecillas.
Guillermina Ordóñez, de 62 años, una de las primeras mujeres colonas de la zona, denunció: “Parece que ciertos líderes políticos han esperado que trabajemos y que el presidente Correa nos construya la carretera y nos dé luz y teléfono, para ahora pretender desalojarnos”.
“En las madrugadas, cuando los colonos duermen, los invasores y los dirigentes de la junta parroquial salen a las calles pintados las caras, armados con carabinas, machetes y lanzas, para destruir casas y agredirnos. Pido que el Mandatario tome cartas en el asunto antes de que haya una mortandad”, indicó Ordóñez.
Ella no se explica cómo Pinchu pretende ser alcalde con esa actitud “tan mala” y creyendo que todo se hace con violencia y muerte.
José Díaz Castro, de 58 años, vocal de la junta parroquial, denunció que Pinchu les invitó el 21 de marzo pasado a una asamblea para supuestamente sesionar, pero que al llegar pretendió, con su gente, “masacrarlos”. Se salvaron gracias a que fueron rescatados por 20 militares.
“No hay tal unidad, no hay tal paz. Pinchu agita e incentiva al odio y al racismo, diciendo que los colonos somos racistas y que deben botarnos. No acepta la legislación ni la fiscalización de los vocales. También se le ha escuchado a Nurinkias en las emisoras de radio que le exige al Gobierno que indemnice a los colonos de San José, Puerto Morona y Shaime para que nos vayamos, porque las leyes de Correa son unas y las leyes de los shuaras otras”, contó.
Pinchu argumenta que fue electo por el pueblo y que representa a 32 comunidades. Niega que los shuaras o su gente estén invadiendo la tierra de los mestizos.
Dijo que el Plan de Ordenamiento Territorial no podrá cumplirse, pese a que hay firmado un convenio, porque los colonos “sin autorización del gobierno parroquial, entregaron terrenos, lo cual no es justo porque tienen una máxima autoridad electa y que se llama Tello Pinchu”.
Resaltó que hay racismo y que los shuaras son quienes ya no tienen por qué ser pisoteados o discriminados. “Ellos (colonos) podrán vivir 30 años, pero aquí los shuaras han vivido siempre y será la cabecera cantonal en dónde educarán a sus hijos, es por ello que los shuaras quieren un terreno, no están invadiendo, son los verdaderos posesionarios”.
Dijo desconocer sobre los autores de la muerte de Noboa, ya que ocurrió en Shaimi. Aclaró que el pueblo destituyó a los vocales y que no hubo consulta previa porque en una asamblea sí se los puede destituir.
“Pachakutik es el cuarto poder político a nivel nacional. El pueblo es quien decidirá si soy candidato a alcalde. Sobre la publicidad que hay con mi foto, no es delito, porque hasta el presidente Rafael Correa hace publicidad y porque la ley dice que cualquier individuo puede hacer publicidad. Morona Santiago está representado por Tello Pinchu y el prefecto”, manifestó.
Respecto a dar palo y ají, dijo que firmó ese documento porque los colonos mestizos de San José quisieron cerrar la junta parroquial.