Vestidos con sus mejores galas, ponchos multicolores, sombreros de diversos tamaños y tipos, zamarros y riendas de cuero, llegaron el sábado más de mil jinetes de distintas edades hasta la plaza central del Santuario de la Virgen de El Quinche, para expresar su fe católica.

Los feligreses recibieron la imagen en medio de una lluvia de pétalos de rosas.

El relinche de los animales anunció el arribo de la efigie, que llegó custodiada por cientos de personas al punto de concentración.

“Siempre hemos participado en este evento en familia o entre amigos para mantener la tradición en cada una de las parroquias y ciudades”, expresó José Danilo Espinosa, uno de los participantes de la cabalgata.

Una fuerte lluvia les sorprendió a su llegada, sin embargo esto no les impidió gritar a todo pulmón: “Viva la virgencita del Quinche”.

Esa fue la frase que se escuchó en la parroquia a lo largo del día.

Desde Tumbaco arribó Luis Castro, otro de los jinetes que emocionado quiso acompañar a la virgen. Para él este recorrido es una muestra de devoción de los campesinos.

“Le tengo fe a la virgen porque cada vez que salgo de la casa le pido que me ayude. Siempre me cuida y protege”.

Jesús Palomino, párroco del santuario, recordó que este desfile a caballo es una tradición que nació hace siete años de la iniciativa de un ciudadano de la localidad.

Antes salía desde Pifo, por la carretera asfaltada, hasta El Quinche, pero debido a que en esta zona actualmente opera el Aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, el recorrido cambió.

Es por esto que ahora decidieron partir desde la parroquia de Oyambarillo (sector de Pifo) hasta Yaruquí por un chaquiñán, y desde esta localidad avanzaron por un solo lado de la carretera hasta El Quinche.

El recorrido se inició a las 09:30, aproximadamente, y concluyó en la plaza central de la iglesia, cerca de las 13:00.