De “momia coctelera” a gerente de política exterior
Lejos está el aspecto aristocrático y excluyente que quiso imponer un canciller de Lucio Gutiérrez: smoking y corbatín. Ahora los diplomáticos están dispuestos a forjar otra imagen, pero ante todo otro tipo de gestión: especializados en temas como comercio, integración regional, geopolítica, migración, soberanía y negociación.
A este nuevo grupo de embajadores ahora se los llama “gerentes en política exterior”, y se agrega algo fundamental: el acceso a la carrera diplomática es para todos los ciudadanos, ya no es una carrera para gente adinerada y con apellidos rimbombantes.
Ese es el resultado de un proceso que quiere posesionar al Ecuador en el mundo desde el ámbito económico y geopolítico, de acuerdo a las circunstancias mundiales y a los objetivos de la política exterior planteados por el Gobierno.
El director del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN), Jorge Orbe, explicó que el reto solo se logrará a través de la especialización.
Al momento se forman unos 50 jóvenes en la Escuela de Relaciones Internacionales José Peralta y se capacita al personal de carrera. La escuela abrió sus puertas hace 10 meses y desplazó después de 30 años a la Academia Diplomática.
Orbe aseguró que si bien la Academia Diplomática en un principio formó parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, no contaba con el aval académico, porque no pertenecía a un sistema de educación superior.
La decisión de eliminar la Academia respondió a una reorganización de ese sector del Estado, para lo cual el presidente de la República, Rafael Correa, consideró que la capacitación en temas de relaciones exteriores debía estar directamente relacionada con el sistema nacional de educación superior.
Por ejemplo, la Academia no realizaba investigaciones, no tenía un pénsum definido de estudios, la formación que recibían los diplomáticos al final no tenía ninguna certificación o aval de ninguna entidad de educación, cuestionó Orbe.
El funcionario aclaró que la política exterior no es una materia que se limita al Ministerio de Relaciones Exteriores: involucra a otros sectores públicos, como los ministerios de Defensa, Turismo, Cultura, los ministerios coordinadores de Política Económica, Seguridad, Producción, Empleo y Competitividad, así como a los municipios y los gobiernos provinciales.
Oferta académica
La justificación para la creación de la Escuela de Relaciones Internacionales surgió tras constatar las necesidades y la demanda de profesionales que tiene el sector público en temas de relaciones internacionales y diplomacia.
Un estudio del IAEN, sobre la oferta académica de las universidades registradas en el desaparecido Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup), planteó que hay ausencia de programas académicos específicos a las necesidades del sector público.
En Ecuador existen 78 programas de posgrado sobre temas internacionales que van desde turismo, transporte, agronegocios, negociaciones comerciales, finanzas internacionales, negocios internacionales, relaciones internacionales. El 76% de estos programas académicos es de maestrías, 14% es de diplomados y 10% de especializaciones. Sin embargo, ninguno está dirigido al sector público.
Los programas de posgrado están localizados principalmente en siete ciudades del país. Quito, sin embargo, es la ciudad que concentra la mitad de los programas en temas internacionales, seguida por Guayaquil. El 20% restante de la oferta académica se distribuye entre otras cinco ciudades.
El mercado educativo actual ofrece únicamente 9 programas de formación en el campo de la diplomacia: 3 de cuarto nivel y 6 de tercero. De los últimos, uno es a nivel de técnico superior, ofrecido por la Universidad Metropolitana en Guayaquil. Los 5 restantes están ubicados en distintas ciudades del país. A nivel de posgrado existen dos programas de maestría y una especialización en Guayaquil.
Al analizar la oferta de cuarto nivel en relaciones internacionales o diplomacia, no existen programas de posgrado con estándares académicos probos para la gestión de la política exterior, más aún si se toma en cuenta que estos programas de formación no son diseñados para funcionarios públicos.
Según Orbe, en el país hay un vacío en programas de relaciones internacionales y diplomacia dirigidos a funcionarios públicos. No existen cursos de pregrado y posgrado en diplomacia en las universidades de las categorías A o B que respondan a la necesidad del Estado ecuatoriano de formar y capacitar a sus funcionarios.
La Escuela de Relaciones Internacionales José Peralta tiene tres programas para capacitar a los funcionarios: maestría en Relaciones Internacionales y Diplomacia, especialización en Cooperación Internacional y curso de Formación para Terceros Secretarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración.
Perfil diplomático
El nuevo diplomático ecuatoriano debe ser un generador de propuestas comerciales, estudioso del entorno internacional desde una perspectiva estratégica y gestor de proyectos de desarrollo de manera que el Gobierno Nacional cuente con análisis oportunos para la toma de decisiones en la gestión de la política exterior, dijo Andrés Sierra, representante de los terceros secretarios de la cancillería.
En cuanto a la representación de los embajadores nombrados por el Presidente y que no cuentan con estudios diplomáticos, deben pasar por un proceso de inducción del sistema y de capacitación.
Un caso específico fue el de Ricardo Ulcuango, embajador de Bolivia. Él recibió capacitación sobre elementos conceptuales del rol del embajador, participó en un seminario de embajadores, en donde se revisaron todos los desafíos que Ecuador tiene en temas de política exterior; y después pasó, unidad por unidad, para conocer la situación y los temas bilaterales que al momento se tratan con Bolivia.
Leonardo Carrión, embajador y diplomático de carrera, manifestó que las disposiciones en la cancillería y el trabajo realizado en talleres de evaluación (dos realizados en 2011) son claras muestras de una política exterior de resultados.
Carrión y Sierra coincidieron en que ahora el ingreso al “mundo de la diplomacia” es menos excluyente y requiere mayor preparación del aspirante. Elementos básicos para su ingreso son ser profesional de tercer nivel y conocer el inglés.
En los próximos años el equipo de diplomáticos del Ecuador contará con tres ventajas con relación al antiguo servidor de carrera: solvente capacitación con certificación; segundo, capacidad gerencial para un eficiente desempeño de la política exterior; y tercero, capacidad analítica y propositiva en el ámbito de la política y el comercio exterior, según establece el programa de estudios.