La nueva intoxicación masiva por ingerir metanol, esta vez en la provincia de Bolívar, motivó que varios ministros de Estado  elaboraran un plan para retirar del mercado siete marcas de bebidas alcohólicas  contaminadas. El titular de la cartera de Salud, David Chiriboga, explica los alcances jurídicos de la medida e informa sobre los detalles de la emergencia sanitaria en el país, que hasta el momento deja 47 muertos.  

Debido al rebrote de intoxicados por consumo de bebidas alcohólicas adulteradas en San Miguel de Bolívar, usted convocó a una reunión urgente de ministros. ¿Qué temas se trataron en la cita y qué medidas se decidieron implementar para contrarrestrar esta emergencia?

Pues sí, lo de San Miguel de Bolívar fue algo preocupante y tuve que viajar hasta allá para verificar la situación. Fue un rebrote en el cual 87 personas fueron atendidas de urgencia por  las sospechas de que hayan ingerido metanol. Lamentablemente un joven, de 23 años, falleció (…) Si bien aún no tenemos los resultados de los exámenes del Instituto Nacional de Higiene (INH) tenemos las sospechas de que murió por intoxicación de metanol (…) Ante esta situación convoqué a los funcionarios del Ministerio del ramo,  a otras secretarías de Estado y a la Secretaría de la Administración Pública a una reunión urgente para ver qué medidas   se deberán tomar.

¿Qué acciones inmediatas se tomarán para enfrentar este problema sanitario?

Primero  pedir a los medios de comunicación que difundan los nombres de los productos que están contaminados con metanol (ver infografía). Los mensajes deben ir a dos niveles (...) Al momento hemos identificado la posible fuente en la que se produjo la contaminación, que fue en la fábrica que se cerró en Durán. De las clausuras y las investigaciones se encargan  la Policía Nacional y   la Fiscalía.

¿Y cuál será el trabajo del grupo de los ministerios?

Hemos seguido la cadena de distribución. Ahora lo que debemos es concientizar a los vendedores sobre que el Código Penal castiga a las personas que venden productos adulterados o que tengan el  registro sanitario falso.

¿Cómo se cristalizará esta propuesta de pagar una compensación a los vendedores de licores con metanol?

Estamos diseñando aún esa alternativa para ver cómo se viabilizaría desde el punto de vista jurídico (...) Hay que entender que no es una indemnización a los vendedores.

Tenemos veneno que circula en el país y una persona no puede distinguir probando si tiene o no metanol. Entonces lo que hay que hacer es retirar ese veneno del  mercado para que ni un ecuatoriano más muera. ¿Cómo lo hacemos si es que se está escondiendo el producto? Entonces la propuesta es determinar cuál es el precio  que los comerciantes pagaron para  adquirir  los productos, por eso se hace un estudio con el Ministerio de la Producción y luego estableceremos  un espacio de oportunidad, de unos cinco a diez  días,  en el que se les garantizará a los vendedores que no habrá persecución por el delito de vender estos licores. A esto se sumará una campaña de comunicación al respecto para que entreguen estos productos en las comisarías o en las intendencias de Policía. Luego se dará una compensación por la entrega de estos licores adulterados.

¿Este plan aún se analiza o ya está en marcha?

Aún estamos analizando los alcances jurídicos y haciendo todos los estudios. Pero   mañana (hoy) en la tarde haremos el anuncio. Hay que entender que lo importante del plan es salvar vidas y cada botella de estas marcas que se saca del mercado significa salvarle la vida a una  persona.

¿Qué resultados han dado las investigaciones sobre la producción y distribución de licores adulterados?

Uno de los problemas que detectamos fue que en la última semana, cuando hubo el brote en la ciudad de Tena (Napo), se había dado por el consumo de licores de las marcas Lima Limón y Vino San Francisco. Se hicieron operativos en las fábricas que elaboran estos productos en Ambato, las cuales fueron clausuradas. En ese momento se determinó una relación entre estas fábricas que eran un distribuidor común o “madre”, que se ubicaba en Durán, en Guayas. Todos estos lugares fueron clausurados por la Policía.

¿Qué pasó, entonces, con el rebrote de Bolívar? ¿Significa que los proveedores tenían escondidos los productos?

Hay que señalar que hay siete marcas que se han detectado que están contaminadas con metanol. Las últimas semanas las intendencias de Policía en el país corroboraron que estos licores ya no estaban en las perchas.

Por la publicación de los nombres de las bebidas que están contaminadas, al parecer, los vendedores las han ocultado. Entonces se presentó el nuevo brote que fue en Bolívar, en donde se detectó que habían consumido el producto Lima Limón.

Se realizó una búsqueda a partir de una botella que nos habían dado y se conoció que el licor era producido en Guanujo (provincia de Bolívar) y esta fábrica es una sucursal del local clausurado en Tungurahua. Se hizo una visita a este lugar en Guanujo y se decomisaron 57 cajas del licor, por cierto, que tienen el registro sanitario falso.