Correa dispuesto a pedir licencia para enfrentar a la partidocracia
El presidente Rafael Correa fue frontal y retomó su discurso contra la “partidocracia”, aprovechando la coyuntura de las firmas falsas. El Mandatario fue firme al pedir que se mejore la calidad de la política ecuatoriana.
Bajo ese marco prometió endurecer aún más el “proyecto de Revolución Ciudadana”. Aunque reconoció que en estos cinco años se han dado pasos gigantes, pero que son “insuficientes”.
En el discurso, que duró dos horas y media, el gobernante reconoció que trabaja con base a la doctrina social de la Iglesia, que busca extirpar de raíz las causas de la inequidad.
Por eso recalcó que la prioridad de su Gobierno es luchar contra la pobreza y de esta manera eliminar las diferencias entre ricos y pobres.
“La patria está resucitando, pese a los enemigos de siempre”, señaló, a la vez que recordó que Ecuador -quizá- es el país que mayor recursos naturales tiene, pero que es el que mayor inequidad posee.
Para el Mandatario, la Revolución Ciudadana y el Socialismo del Buen Vivir tienen una opción preferencial por los más pobres, “que no es el asistencialismo ni la caridad y menos son las espiritualizaciones ajenas a la realidad del dolor cotidiano, sino que son el extirpar la inequidad e injusticia”. Para conseguirlo, sostuvo que se necesitan revoluciones y cambios radicales profundos y rápidos de las estructuras sociales y económicas vigentes. “Todo proceso de cambio profundo implica resistencias, sin embargo, la paz no es solamente la ausencia de guerra, la insultante opulencia de unos pocos en América Latina ha dado la más intolerante pobreza. Son balas cotidianas contra la dignidad humana”, destacó.
Por ello, afirmó que con “la producción actual se puede eliminar la pobreza, tan solo con una mejor distribución del ingreso y los recursos sociales”.
“Pero, ¿si esa es la fórmula, por qué no se la aplicaba antes?”, cuestionó Correa. Su respuesta fue clara: “Es un problema político de relaciones de poder, que estamos cambiando radicalmente en favor de las grandes mayorías, convirtiendo el Estado burgués en un Estado popular, con una clara preferencia hacia los más pobres”. Puso como ejemplos las acciones de su Gobierno que se enmarcan en lograr la igualdad de oportunidades en las escuelas fiscales, logrando una calidad de educación, mejorando la salud. Y dijo: “Antes se invertía 371 millones en salud, ahora invertimos 1.671 millones”.
Hora de superar infantilismos
Correa pidió que en las próximas elecciones los ecuatorianos recuerden que se debe sustituir “pobreza por equidad, que los más ricos paguen más impuestos, y que esos ingresos sirvan para financiar proyectos sociales”.
Afirmó que se debe gobernar los mercados en función de los objetivos sociales, garantizando la supremacía del ser humano sobre el capital. Destacó que espera que el 12% de utilidades petroleras -que ahora se destinan hacia las comunidades, lleguen a ser las más prósperas. “Hoy al Ecuador lo gobierna el pueblo”, dijo.
Para el Jefe de Estado los más pobres deben sentir los beneficios de la conservación, pero señaló que “el principal factor contaminante es la carencia de servicios básicos. Y recordó que “hay ciertos infantilismos y fundamentalismos que satanizan el progreso humano”.
Correa destacó que los que más han sufrido la pobreza son los pueblos ancestrales. “La miseria no puede ser parte de la cultura”, afirmó y esa fue una frase que repitió en varias ocasiones.
Insistió en que el mayor desafío en el país, sobre todo de los pueblos ancestrales, es vencer la pobreza sin perder la identidad.
Afirmó que en la consulta previa sobre los temas mineros, ciertos irresponsables jugaron con los pueblos ancestrales ya que ni siquiera dejaron ingresar a los socializadores. “¿Cuántos muertos buscarán?”, se preguntó, y pidió que se rechacen “esas barbaridades que nos destruyen como nación”.
Citó el caso del proyecto minero en Quimsacocha, en donde contó que “falsos dirigentes atienden sus vanidades... No sigamos en estos engaños sociales”. Institó que “sin los recursos naturales no se vencerá a la pobreza”.
Explicó que desde 2016 Ecuador pasará a ser exportador de energía limpia y no solo venderá bienes y servicios. Denunció que hay ONG que son parte de la manipulación nacional e internacional. “Basta de victimización, es necesario la autocrítica con eficiencia y sentido común. La victimización tiene que ver con paternalismos”, criticó.
Falsificación de firmas
En la segunda parte de su intervención, Correa se refirió a la falsificación de firmas. Tildó de “politiqueros incapaces” a aquellos que no pudieron recoger rúbricas y usaron a ciertas empresas para que lo hagan.
A ellos responsabilizó de los problemas actuales, sobre todo a Lourdes Tibán, quien aceptó que le ofertaron recoger firmas “y no los aceptó no por su ética, sino por falta de dinero”. Para Correa, la Asamblea debería aplicar un código de ética, “¿quién fiscaliza a los fiscalizadores?”, se interrogó. Denunció que la oposición usó a la política como un negocio más y reconoció que hay corresponsabilidad del CNE en este caso.
El gobernante reprochó que se acuse al Movimiento PAIS de querer ser el único inscrito. “La oposición no entiende que mientras más dispersión hay en la política es mejor para el movimiento mayoritario”, reflexionó.
Reiteró que estará en vigilia para que se revisen las firmas y no se burlen de las leyes. “Si tengo que pedir licencia como presidente, para ser yo el primer ciudadano en estar en las calles para que se sancione la corrupción, lo haré”, anunció.
Nuevamente se mostró en contra del nuevo plazo que dio el CNE para que las organizaciones recojan firmas. “En vez de cantar, pónganse a recoger firmas decentemente. Tienen una segunda oportunidad inmerecida”.
Para el Mandatario es urgente mejorar la calidad de la política ecuatoriana y el perfil de los integrantes de la Asamblea Nacional. Lamentó por el prontuario penal de ciertos legisladores como Galo Lara, las mentiras de Cléver Jiménez, que lo acusó de genocidio, la falta de ética de Lourdes Tibán.
“Se vienen tiempos difíciles, de elecciones, y la peor basura del país quiere resurgir... sabremos poner a la escoria en el tacho de la basura de la historia”, advirtió.