Fueron los primeros en pedalear ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) en la carrera qu  inicia el próximo 15 de noviembre -cuando vence el plazo para la inscripción de candidatos- por alcanzar la presidencia y vicepresidencia de la República en los comicios del 17 de febrero de 2013.     

Y aunque fueron 6,2 kilómetros de “cicleada” (desde el Centro Histórico hasta las oficinas del CNE), el binomio Rafael Correa-Jorge Glas llegó ayer “fresco” para inscribir su candidatura. Al menos, de aquello se admiraron ministros como Jaime Guerrero, de Telecomunicaciones; Augusto Espinosa, de Talento Humano; y Patricio Rivera, de Finanzas, quienes no pudieron alcanzarlos. Correa y Glas ganaron su primera competencia, pues el binomio de Patria Altiva I Soberana (PAIS) fue el primero en inscribir su candidatura.

Correa pedaleó usando un terno gris obscuro y una camisa blanca con bordados triangulares, elaborados por las artesanas de Zuleta. Además usó un casco negro con amarillo. Glas, en cambio, vestía un terno con una corbata verde agua. Ni el fuerte sol, que al mediodía cayó sobre la capital, lo agobió en los 45 minutos de recorrido, a bordo de una bicicleta montañera. Llegó feliz, como dijo, usando “energías alternativas, mientras otros vendrán a inscribirse en lujosos autos”.

Es que como dijo Correa -en su discurso- su próxima carrera será por los más pobres, las madres solteras, migrantes, personas con discapacidad, campesinos y sin tregua alguna: “por ellos venceremos”. Y bajo esa consigna, Galo Mora, secretario ejecutivo de PAIS, entregó al vicepresidente Paúl Salazar y a los consejeros Juan Pablo Pozo y Rossana Silva, del CNE, la inscripción del binomio y de los 15 candidatos a asambleístas nacionales, junto a los suplentes. En la Asamblea, reiteró Correa, la prioridad estará en lograr mayoría y aprobar leyes como la Reforma Agraria y la Ley de Comunicación que, a pesar de que fueron mandatos populares, se desobedecieron.     

Iniciar el tramo fue lo más difícil para el Primer Mandatario y no porque le faltara físico, sino porque cientos de simpatizantes (cerca de 400 entre ciclistas y caminantes) se agolparon para hablar con él o tomarse una foto. “Es lindo nuestro presidente. Yo quería tomarme una foto con él”, gritó desesperadamente Rosa Ortega, a su paso por el Centro Histórico.        

Junto a Correa estuvieron sus compañeros José Serrano, ministro del Interior; Augusto Barrera, alcalde de Quito; Edwin Jarrín, ex secretario de Transparencia. También le siguieron a buen ritmo Marcela Aguiñaga, ex ministra del Ambiente, y Agustín Delgado, ex delantero de la Tri, quienes ahora buscan llegar a la Asamblea. Pero también estuvo Segundo Torres, un músico con discapacidad que acompañó a Correa en su recorrido  en la silla de ruedas que le entregó la Misión Manuela Espejo.  

Ya en el interior del CNE, la emoción de Correa se desbordó y junto a Glas rapearon la canción PAIS. Con la barra: “Ya tenemos presidente, tenemos a Rafael”, los militantes de PAIS lo recibieron. Correa se puso a bailar. “Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”, gritó efusivamente el primer candidato inscrito, motivando a que el resto levantara el puño.

Sin embargo, la felicidad se le fue del rostro cuando pusieron el Himno Nacional desde la segunda estrofa: “pongan desde el inicio, por favor”, dijo, frunciendo el ceño. Luego llegaron los discursos. Salazar, encargado de la vicepresidencia, habló de la eficiencia y ejecución de obras que  vienen realizando  y que a su criterio mostrarán el profesionalismo y la tecnología de punta, sin importar la línea política de las organizaciones.    

De hecho, mientras duró el encuentro por más de dos horas, ninguno de los tres consejeros del CNE se inmutó. No aplaudieron, no se pusieron de pie, pese a lo pegagoso de los acordes de “Ya tenemos presidente, tenemos a Rafael”.     

Entonces llegó el turno de Mora: “Hemos venido luego de siete años para entregar el alma, el corazón”, dijo. No dejó de agradecer al vicepresidente Lenin Moreno, a quien de pie todos los asistentes aplaudieron por más de cinco minutos. “Lenin, Lenin, Lenin”, gritaron.

Y con ello, el nuevo candidato a la vicepresidencia, Jorge Glas, reconoció: “como usted no habrá otro vicepresidente; Lenin es insustituible”, precisó. Y adelantó que su nueva misión será mejorar la matriz energética y apoyar todos los sectores estratégicos “que son fundamentales para el desarrollo”.

Recalcó que se redistribuirá la riqueza: “haremos justicia por la Amazonía y Esmeraldas”, dijo. Esto fue ratificó  por el presidente Correa, quien afirmó que la pobreza socioeconómica no se acabará con rifas, voluntariado o con caridad, sino cambiando las estructuras políticas y que por ello precisamente aceptó entrar a esta nueva carrera electoral para llegar a Carondelet. Asimismo, pidió a la militancia no subestimar a los adversarios: “pese a que están limitados,  intentarán reincorporarse para volver a traernos al pasado”.