Banco central global en manos del FMI y una moneda única
El foro de Bilderberg, grupo fundado en 1954, reúne a personalidades de todos los países, líderes de la política, economía, finanzas, medios de comunicación, así como científicos y profesores universitarios. Para quienes investigan las redes de poder, este grupo, que es el verdadero gobierno mundial, la creación de un tesoro global se había iniciado antes de la reunión en Grecia, en 2009, con decisiones tomadas durante la cumbre financiera del G20.
Después se informó que el mundo estaba más cerca de una moneda global, respaldada por un banco central global, que dirija la política monetaria para toda la humanidad. El comunicado de los dirigentes decía: “Hemos acordado apoyar una asignación general de DEG (Derechos Especiales de Giro) que inyectará 250.000 millones de dólares a la economía del mundo y aumentará la liquidez global. Los DEG son una moneda sintética de papel emitida por el Fondo Monetario Internacional que ha estado inactiva durante medio siglo”.
Después de la reunión de Bilderberg, el presidente Obama solicitó al Congreso que autorice 100.000 millones de dólares en préstamos al FMI para ayudar a crear un fondo global de rescate a los países necesitados. Informes recientes han indicado que el papel del FMI en la emisión de los DEG va mano a mano con la discusión de Bilderberg sobre el posible colapso del dólar de EE.UU., y que la transformación a un sistema basado en DEG sería la ruptura con una política que ha durado 60 años.
El periódico británico The Guardian siguió de cerca, a pesar del hermetismo y extremas seguridades, la reunión de Bilderberg en Grecia. A la cita asistió la nobleza europea: la reina Beatriz, de Holanda, mayor accionista de Royal Dutch Shell; su hijo Constantin, el príncipe Philippe, de Bélgica; y la reina Sofía, de España. También los representantes de los mayores bancos del mundo; entre ellos, David Rockefeller, ex director ejecutivo y presidente de Chase Manhattan, ahora JP Morgan Chase, y actual patriarca de una de las dinastías bancarias más ricas y poderosas del mundo. Josef Ackermann, director ejecutivo de Deutsche Bank, y director no ejecutivo de Royal Dutch Shell; Roger Altman, banquero de inversiones y ex secretario del Tesoro Adjunto en el gobierno de Clinton.
Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Español de Crédito; Frederic Oudea, director ejecutivo del banco francés Societe Generale; Tommaso Padoa-Schioppa, banquero y economista italiano, anteriormente ministro de Economía y Finanzas de Italia; Jacob Wallenberg, presidente de Investor AB; funcionarios de bancos centrales del mundo, entre ellos el gobernador del Banco Nacional de Grecia, el gobernador del Banco de Italia, el presidente del Banco Europeo de Inversiones, James Wolfensohn, ex presidente del Banco Mundial; Nout Wellink, en el consejo del Banco de Pagos Internacionales (BIS); Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo; Keith B. Alexander, teniente general del Ejército de EE.UU.; Timothy Geithner, secretario del Tesoro de EE.UU. y ex presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York; Richard Holbrooke, enviado especial del gobierno de Barack Obama para Afganistán y Pakistán; Lawrence Summers, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, ex presidente de la Universidad de Harvard, ex economista jefe del Banco Mundial; Paul Volcker, ex gobernador del Sistema de la Reserva Federal y presidente del Consejo Asesor de Recuperación Económica de Barack Obama; y Robert Zoellick, ex presidente de Goldman Sachs y actual presidente del Banco Mundial.