Aviones no llegarán hasta hallar causas de accidente
La entrega de 12 aviones de combate comprados por Ecuador a Sudáfrica fue suspendida mientras culmina la investigación de un incidente con una de esas aeronaves, informó este martes la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).
“Una vez que las investigaciones determinen la causa del problema, la empresa Denel Aviation continuará con el proceso de entrega” de los aviones Cheetah C, adquiridos por 78,5 millones de dólares, señaló la FAE en un comunicado.
El lunes anterior un piloto ecuatoriano, Galo Álvarez, resultó levemente herido al despresurizarse la cabina de una de las naves biplaza durante un vuelo de prueba, debiendo realizar un aterrizaje de emergencia en la base de Taura, en Guayas. Un piloto sudafricano que viajaba en el aparato supersónico resultó ileso, indicó a la AFP el portavoz de la FAE, coronel Antonio Puga.
El vuelo del lunes hacía parte del proceso de entrega de las tres primeras aeronaves, que llegaron a Ecuador por partes el pasado 31 de marzo. Este procedimiento, que obliga a la compañía sudafricana a entregar los aviones volando, debía concluir el próximo 18 de agosto, tras lo cual se continuaría con el envío de los otros bombarderos.
Los 12 Cheetah fueron dados de baja por Sudáfrica en 2008 en el marco de un plan de modernización de su flota, siendo repotenciados para vendérselos a Ecuador, que está reemplazando con ellos sus antiguos Mirage F1.
El gobierno ecuatoriano decidió adquirir esos equipos tras un bombardeo colombiano contra una base clandestina de las FARC en territorio fronterizo ecuatoriano en marzo de 2008, en el cual murió el número dos de esa guerrilla, Raúl Reyes, y motivó la ruptura de relaciones diplomáticas que ya fueron restablecidas.
Según datos oficiales, la inversión de los doce aviones Cheetah, adquiridos a la Fuerza Aérea Sudafricana el año pasado, asciende a $ 78,5 millones. El monto incluye asesoría y mantenimiento de las aeronaves por parte de Sudáfrica para los próximos cinco años.
Álvarez sigue hospitalizado en una de las habitaciones del Hospital Naval en Guayaquil, recuperándose de sus leves heridas.