Arturo Jarrín, condecorado post mórtem
Al cumplirse el 27 aniversario de su muerte, la Asamblea Nacional rindió homenaje ayer al dirigente de la agrupación Alfaro Vive Carajo (AVC), Ricardo Arturo Jarrín.
El militante falleció el 26 de octubre de 1986 durante el gobierno socialcristiano de León Febres-Cordero, luego de sufrir torturas.
La asambleísta de PAIS, Soledad Buendía, fue la encargada de rendir tributo al exlíder de AVC, para quien el homenaje es de una historia que debe ser reescrita para las nuevas generaciones. “Hace 27 años Arturo Jarrín fue condenado a torturas crueles e inhumanas, sin una defensa o respeto a sus derechos, para luego presentarlo como un terrorista que murió en combate en las calles de Quito”, afirmó.
La asambleísta calificó a Jarrín como un hombre patriota y alfarista, que combatió por sus ideales: justicia y equidad en Ecuador.
En el homenaje también se entregó un Acuerdo Legislativo que exalta el legado de lucha y compromiso con las causas sociales que defendió Jarrín.
El documentó resaltó la militancia revolucionaria que lo motivó a formar el grupo Alfaro Vive Carajo, organización que fundó y lideró junto a otros ciudadanos convencidos de la necesidad de un cambio de estructuras que promuevan el bienestar de los ecuatorianos.
Al evento también asistieron Ramiro Rivadeneira, defensor del pueblo; Pedro Restrepo, padre de los hermanos que desaparecieron en 1988; Mireya Cárdenas, exintegrante de AVC; y Miguel, Rodrigo y Edwin Jarrín, quienes en representación de su hermano Arturo recibieron la condecoración “Dr. Vicente Rocafuerte” al mérito social, por parte de la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira.
El reconocimiento es uno de los más importantes en el ámbito social, cultural y deportivo que el Poder Legislativo otorga a entidades y ecuatorianos destacados. Monseñor Alberto Luna Tobar, el arqueólogo Hólger Mariano Jara y el artista plástico Federico Gonzenbach Abad son algunos de los personajes que han recibido la presea.
Durante el acto de homenaje, legisladores del partido Social Cristiano (PSC) y del movimiento Madera de Guerrero abandonaron el salón del Pleno.
Edwin Jarrín, durante su intervención, contó que su hermano desde muy joven tuvo claros los ideales de Eloy Alfaro, y que su madre también merece la condecoración por haber educado a un hombre de ideas revolucionarias. Y aseguró que su familia recibe este homenaje como un proceso importante de recuperación de la memoria histórica: “Es parte de una lucha de tres décadas. Los Estados deben reivindicarse con los pueblos, reconociendo los esfuerzos por tener un Ecuador más justo y solidario”.
Respecto al abandono del Pleno, por parte de asambleístas de oposición, expresó: “Creo que fue de la vergüenza, por haber sido parte de ese país nefasto y violador de los derechos humanos”.
Durante el homenaje, se proyectó un video en el que se resaltó la trayectoria de Arturo Jarrín y la persecución que sufrió por parte del Ejército. El exdirigente estudió en el colegio La Salle y en la universidad cursó Sociología, donde destacó por su liderazgo y visión política.
Jarrín fue apresado en 1984, liberado y vuelto a apresar por el régimen socialcristiano en 1986 mientras se encontraba en Panamá. Luego de ser trasladado a Ecuador, fue encontrado muerto con 30 balazos en el cuerpo y con señales de haber sido torturado.
El Estado ecuatoriano investigó las violaciones a los derechos humanos cometidas en el país a partir de la década de los 80, para lo cual se conformó la Comisión de la Verdad.
El Servicio de Investigación Criminal (SIC-10), creado durante el gobierno de Febres Cordero, operó como un grupo antisubversivo que reprimió a los miembros de AVC, concluyó la comisión.