El debate sobre los nuevos diálogos en internet se realizó en el programa pulso político
4 profesionales analizan el rol de los ‘trolls’ y el anonimato en redes
La libertad de expresión no ampara la imputación de delitos inexistentes, la difusión de falsos rumores y las amenazas. Así lo aclaró Rommel Jurado la noche del martes pasado durante el programa Pulso Político.
El espacio, conducido por Carlos Rabascall y transmitido en Ecuador TV, debatió la regulación o no de las redes sociales. El tema surgió luego de que el presidente Rafael Correa denunció, en los 2 últimos enlaces ciudadanos, las amenazas contra su vida y la difusión de mentiras en su contra. “Diga lo que quiera, pero hágase responsable de lo que dice, sin importar la plataforma”, explicó Jurado, que participó en la elaboración de la Ley Orgánica de Comunicación (LOC).
El límite a la libertad de expresión, agregó, está amparado en la Convención Americana de Derechos Humanos y la Constitución. En ese punto estuvo de acuerdo el especialista en redes sociales Christian Espinoza. “Las redes sociales no necesitan una regulación adicional”, aseguró. Puso como ejemplo que si alguien lanza un improperio en la calle puede ser sancionado; lo mismo ocurre con las plataformas virtuales.
El otro aspecto controversial de las redes sociales es el anonimato. En este punto, Jurado afirmó que una “comunicación democrática no puede estar amparada en el anonimato, porque sirve de parapeto para cometer delitos”.
Añadió que los seres humanos son responsables de todos los actos que realicen, y la comunicación es uno de ellos. “Privacidad y anonimato no es la misma cosa”, insistió.
Espinoza reconoció que hay personas que mal utilizan el anonimato, pero por eso no se puede castigar a todos. José Rivera, consultor de redes sociales, contó que Twitter y Facebook tienen mecanismos para proporcionar la información de algún usuario que haya atentado contra la seguridad nacional. Pero advirtió que eso solo aplica cuando hay un proceso judicial de por medio. Y en el anonimato actúan, casi siempre, los denominados trolls, que son usuarios sobre todo de Twitter, que se dedican a ofender y molestar.
Jurado criticó esta figura porque desdibuja el debate político que surge en las redes sociales. “Son actores ilegítimos. Simulan masividad. Falsifica el debate político, el volumen del debate político. Le baja el nivel, lo desvaloriza, genera un efecto antidemocrático que polariza. Cuando hay gente asalariada para ir por los extremos se genera polarización”, advirtió.
Y lo peor, aconsejó Espinoza, es “alimentar al troll”. Se refiere a que estos usuarios buscan protagonismo y cuando se les contesta es peor.
Por eso mencionó el efecto Crudo Ecuador. Cuando esa página de Facebook fue mencionada por el presidente Correa en su sabatina su cantidad de seguidores aumentó exponencialmente.
Los panelistas coincidieron en la necesidad de no alimentar el odio, de ninguna parte. En ese punto Rivera se refirió a los memes, que son dibujos o fotografías con mensajes irónicos. “Los memes son parte de esta nueva comunicación y son los que más se viralizan porque apelan al humor”, señaló.
La editorialista de EL TELÉGRAFO Mónica Mancero consideró que si el debate en las redes se vuelve violento es un reflejo de la sociedad ecuatoriana. Por eso llamó a que se canalice correctamente el activismo político.
Lo ideal, indicó, es no promover el ciberacoso. “Responder a la ofensa con otra ofensa es otro error”, opinó Jurado. Y Espinosa consideró como un error publicar las fotografías en la sabatina de los tuiteros, porque se puede generar violencia.