En los últimos 2 meses, al menos 2 de las bandas que fueron desarticuladas por la Policía Nacional eran dirigidas o tenían fuertes conexiones con personas recluidas en los Centros de Rehabilitación Social de Manabí.

Así, desde los interiores de cárceles como la de Jipijapa o El Rodeo, en Portoviejo, personas privadas de la libertad (PPL) lideraban robos y hasta se veían vinculadas en extorsión a la ciudadanía. Según investigaciones, la comunicación que tienen los reos para la coordinación de los delitos se realiza, en gran parte, vía celular.

En agosto pasado fue desarticulada una banda en Portoviejo, que sería liderada por un grupo denominado ‘Los capos del callejón’, quienes habrían exigido a sus víctimas el pago de entre 200 y 3.000 dólares para no hacerles daño.

PPL no deben portar celulares

En los Centros de Rehabilitación Social de Manabí, ubicados en Jipijapa, Bahía de Caráquez y Portoviejo se han incautado 248 celulares en lo que va del año. “El Régimen Penitenciario es muy claro, en donde se determina que las PPL no deben tener ningún objeto de este tipo y aquí debe funcionar el trabajo coordinado entre la Policía Nacional, agentes penitenciarios y Fiscalía. Los celulares pueden ser usados para comunicarse con familiares, pero también como un medio para cometer cualquier tipo de infracción”, destacó Édison Gallardo, jefe de la Zona 4 de la Policía Nacional.

Investigaciones policiales determinan que hay celulares que han sido usados para extorsión o para el cometimiento de otro tipo de delito. Con este antecedente, la institución policial recomienda a la ciudadanía, no comprar teléfonos de dudosa procedencia, porque pueden haber sido utilizados en algún ilícito y la persona automáticamente estaría vinculadaen el hecho.

Frank Santillán, vendedor de celulares en un local comercial de Portoviejo, mencionó que es importante que la ciudadanía adquiera teléfonos nuevos y que solicite su factura. “Es necesario que las personas compren aparatos de paquete, para evitar problemas con la ley”, comentó.

Para evitar que los reos tengan en su poder los teléfonos, se han incrementado las requisas en el interior de las diversas cárceles del país.

Adolescentes, blanco de ladrones

Desde enero a julio se han decomisado 778 celulares en Manabí. El robo de teléfonos responde a una metodología que inicia muchas veces con la identificación de una persona vulnerable a la que le sustraen sus pertenencias.

El coronel Gallardo indicó que los robos suelen dirigirse, sobre todo, a los adolescentes, afuera de los colegios. Las estadísticas policiales determinan que las víctimas de robo de un accesorio pueden estar entre los 14 y 50 años de edad. El uniformado recomienda tener un poco de cuidado de dónde se lleva el teléfono y en dónde se usa.

Además, de los 778 celulares retirados (incluidos los 248 decomisados en las cárceles), existe un total de 1.332 accesorios, que corresponden a carcasas, baterías, entre otros, que fueron retenidos porque no están justificados con sus respectivas facturas. “Hemos frenado al menos 2.110 ventas al margen de la ley”, enfatizó Gallardo.