En la calle Panamá, que en el pasado olía a cacao porque se secaba al sol en esa zona, hay un monumento de un canillita que vende El Patriota. Aquel periódico que fue fundado poco después de la independencia de Guayaquil es recordado como uno de los primeros del país.

Sin embargo, no es sino hasta 1884 que se gestó un proyecto de periódico nacional que se fue consolidando en el tiempo y que, hasta hoy, ha tenido distintas etapas editoriales que permiten su continuidad y la construcción de una historia.

EL TELÉGRAFO fue fundado por el liberal Juan Murillo Miró,  hijo de Manuel Ignacio Murillo, propietario de la primera imprenta de la ciudad y quien constituyó, en 1821, el periódico El Patriota de Guayaquil.

Desde sus primeros años el periódico hizo frente a las historias de la gente, documentó con rigor la primera manifestación obrera del país, que finalmente devino en una de las más crueles masacres de la historia, descrita por Joaquín Gallegos Lara en su obra Cruces sobre el agua: la matanza del 15 de noviembre de 1922.

En un país donde la profesión periodística tardó en ser parte de una propuesta universitaria, el periódico incorporó a algunas de las mejores plumas de ese tiempo, como Modesto Chávez Franco y José Antonio Campos, alias “Jack the Ripper”.

De acuerdo con el historiador Ángel Emilio Hidalgo, el espíritu liberal catalizó la apertura a distintas manifestaciones culturales, en espacios ilustrados como El Telégrafo Literario (1913-1914) y Semana Gráfica (1931-1939), con la participación de escritores e intelectuales prestigiosos que publicaron en nuestras páginas.

Cada semana, en la edición dominical, este diario hace una revisión de autores como  Manuel de J. Calle, Camilo Destruge, Vicente Paz Ayora, Miguel Valverde, Wenceslao Pareja y Pareja, José Antonio Falconí Villagómez, Medardo Ángel Silva.

Los archivos de la historia que ha registrado el “Decano de la Prensa Nacional” fueron traspasados a la Universidad de las Artes en 2015, a través de un acuerdo tripartito de cooperación interinstitucional con la Empresa Pública El Telégrafo y el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano para desarrollar el archivo documental del diario EL TELÉGRAFO.

Transcurrieron cuatro años entre el inventario de  1.500 tomos de periódicos impresos desde 1886 hasta la actualidad, así como de 1’400.000 gráficas que hablan de la historia del país. Durante ese tiempo se realizó el proceso de empaquetar y archivar la memoria del matutino, que pronto estará disponible para su consulta.

El próximo 21 de febrero, después de un mes de la inauguración de la Biblioteca de las Artes, en el antiguo edificio del Banco de Descuento, se inaugurará de forma oficial el archivo que se conserva en dos de las bodegas del edificio. (I)