Zonas turísticas de la urbe tienen problemas en las áreas de higiene
Dos zonas turísticas de la ciudad, ubicadas en pleno centro, tienen problemas en sus áreas de higiene. Basta hacer un recorrido por los malecones del Salado y el Simón Bolívar para percatarse de que dichos sitios, con el pasar del tiempo, ya no tienen el grado de pulcritud que se evidenciaba hace más de una década.
Los baños de las dos zonas en las que está dividido el Malecón del Salado poseen algún tipo de deficiencia que, según algunos visitantes consultados, ya tienen meses sin solución.
Así, en el área de higiene aledaña a la Universidad de Guayaquil, algunos inodoros ya no cuentan con tapa, y en los lavamanos, al presionar los dispensadores de jabón, el líquido no aparece. “Hoy regresé después de cuatro meses a este lugar y aún no hay jabón, parece que a las autoridades no les importa la salud de los ciudadanos”, se queja el usuario Luis Fernández.
En cambio, en otro de los baños existe el equipo completo del inodoro, pero, a diferencia del caso anterior, tiene dañada la válvula.
Al otro extremo del sitio turístico, abierto en 2003, las protestas de los ciudadanos se repiten. El daño principal que allí se observa es que no se pueden emplear los cuartos de los sanitarios debido a que no tienen cerraduras. Incluso, uno que hay para personas con discapacidad, tiene esa dificultad. “En este lado se la pasan arreglando esas gradas y pintándolas, pero los baños, que se necesitan con mayor urgencia, no los componen”, se queja Luis Pereira, quien a diario camina por el lugar.
En el Malecón Simón Bolívar, cuya primera fase de construcción estuvo lista en 1999, existen los mismos inconvenientes.
En el área que está localizada cerca del patio de comidas de Las Peñas, la principal dificultad son los olores a desagüe que se concentran al interior de los baños, a pesar de que el personal de limpieza está constantemente eliminando los residuos de agua que se forman en el piso. En este espacio los turistas que usan los inodoros cuentan con el líquido de manos, pero al igual que en otras zonas, a los retretes les faltan las piezas.
El escusado con mayores deficiencias en el sector es el que está localizado en el primer descanso del barrio Las Peñas. En dicho lugar, uno de los más concurridos de la urbe, solamente hay un inodoro para los miles de turistas que acuden cada semana. Además, el cuarto de baño carece de puerta, el vetusto urinario está construido en un espacio reducido, no hay jabón y la presión del agua es insuficiente.
El secador de manos del área ubicada en la Numa Pompio Llona luce nuevo, pero no funciona. Días atrás el Ministerio de Turismo anunció que en las próximas semanas realizará inspecciones en los baños de las áreas turísticas.
En ese sentido, la Cartera de Estado advirtió en un comunicado público que, de acuerdo con lo que establece la Ley de Turismo en su artículo 52, se sancionará con multas que pueden ir de 1.000 a 5.000 dólares a los administradores de locales que no presten un buen servicio sanitario.