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Los propietarios de locales lograron acuerdo para evitar reubicación

‘Zona rosa’, una década como opción para la diversión nocturna

Las luces sicodélicas, espejos y música tropical en alto volumen forman el ambiente en Momo Club, una de las alternativas más recientes para encuentros. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
Las luces sicodélicas, espejos y música tropical en alto volumen forman el ambiente en Momo Club, una de las alternativas más recientes para encuentros. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
15 de febrero de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

Unos monigotes que personifican al futbolista Alberto Spencer, al cantante Julio Jaramillo y al alcalde Jaime Nebot son parte de los atractivos que llaman la atención en el balcón del bar El Colonial, en la denominada ‘zona rosa’.

El sector cumple este año una década como alternartiva turística nocturna. Aunque algunos locales tienen entre 20 y 30 años de existencia, no fue hasta junio de 2005 cuando el Municipio delimitó los lugares donde pueden funcionar estos negocios.

Como el nombre de El Colonial lo sugiere, las características del sitio se resaltan en sus elementos de antaño como pisos, chazas (ventanas) y balcones de madera.

El local, con casi tres décadas de existencia, es uno de los más antiguos del sector en ofrecer un lugar para reuniones nocturnas entre amigos, comenta Margarita Urquizo, su dueña.

Un atractivo histórico del inmueble -construido en 1906- es que perteneció al escritor Ángel Felicísimo Rojas y fue remodelado por Urquizo.

La planta baja está adornada con  fotos del Guayaquil antiguo y las baladas en español e inglés otorgan un ambiente tranquilo y relajado. “Tenemos clientes fijos desde la década del 80 que ahora llegan hasta con sus hijos”.

Actualmente, son 26 bares y discotecas que existen en la ‘zona rosa’. Hasta hace una década, ese número se aproximaba al centenar, según propietarios consultados.

Los nuevos horarios implementados por el Ministerio de Turismo, las restricciones en la venta de bebidas alcohólicas y las reformas a las ordenanzas municipales que regulan las características de estos sitios fueron reduciendo gradualmente la cifra de locales.

La discoteca Praga es una de las pocas ‘sobrevivientes’ a las disposiciones implementadas por las autoridades. Conocida por sus visitantes como ‘la capital de la farra’ ofrece dos ambientes caracterizados por la música electrónica en la planta alta, y tropical en la planta baja.

Al igual que otros locales con dos niveles, Praga cuenta con un balcón para observar el movimiento de la calle Rocafuerte. Gary Solórzano, estudiante universitario, asistió por primera vez la semana anterior.

La combinación de luces amarillas y rosas resulta lo más atractivo para el novel visitante de la ‘zona rosa’. “Sería bueno implementar atractivos como en la calle Panamá, con esculturas”.

En 2001 el Cabildo consideró la creación de un complejo turístico cerrado en el lugar para agrupar los centros de diversión nocturna.

La posibilidad de reubicación de los vecinos del sector para implementar la obra ocasionó malestar entre los vecinos, recuerda Hans Vélez, residente del sector.

La convivencia con el movimiento que generan los establecimientos, afirma, es compleja. El ruido, las aglomeraciones y los niveles de inseguridad “no son controlados”.

Las denuncias fueron conocidas por la Intendencia del Guayas que hace una semana determinó que los locales debían ser reubicados en otra zona.

Para evitar aquello, los propietarios de bares de la ‘zona rosa’ se comprometieron a firmar un acta de compromiso para corregir los aspectos que propiciaron las quejas ciudadanas.

Retirar a los ‘enganchadores’ -personas que invitan a pasar a los bares-, cumplir con los horarios de atención y evitar aglomeraciones en los exteriores de los negocios son los puntos del acuerdo con la Intendencia, afirmó Enrique Barreiro, presidente de la Asociación de Propietarios de Establecimientos Nocturnos (Apden).

El titular del gremio admitió que algunos miembros estaban incumpliendo con las normas dictadas desde el Ministerio de Turismo y del Interior. “Pero por ello hicimos énfasis en que por unos cuantos no debíamos pagar todos”.

También adelantó que habrá una nueva reunión con la Intendencia de Policía después del feriado de carnaval para coordinar nuevas acciones que permitan aumentar la seguridad de la zona.

Hace más de una semana se estableció el nuevo horario de funcionamiento de lugares como ‘nigth clubs’, casas de citas, bares y discotecas. La atención será de lunes a jueves desde las 17:00 hasta medianoche; y viernes y sábados hasta las 02:00.

DATOS

En octubre de 2001 se estableció una ordenanza que determinó las calles avenidas y sectores para los centros de diversión nocturna. No se estableció la creación de una ‘zona rosa’.

En agosto de 2002 se expidió la ordenanza reformatoria que estipulaba como plazo el 30 de abril de 2004 para el traslado a complejos turísticos cerrados, pero nunca se concretó.

Según una reformatoria, los locales situados en las avenidas Francisco de Orellana y Víctor Emilio Estrada solo funcionarían hasta agosto de 2006. Actualmente, algunos de ellos siguen operando.

Para obtener los permisos de funcionamiento que otorga la Intendencia, los dueños de los bares, peñas y salas de baile ahora deberán pagar $ 250.

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