Vulnerabilidad de barrios se evidencia con lluvias
Los barrios y las ciudadelas de la ciudad amanecieron ayer con las calles anegadas y llevan años, en algunos casos, sin que las autoridades solucionen definitivamente este problema.
La mayor preocupación de los habitantes de las zonas afectadas es que el lento o nulo desfogue de las precipitaciones se conviertan en foco de contaminación y enfermedades.
En el Valle de los Geranios, en el norte, tienen tres años con el problema de que una obra municipal, entregada hace cuatro años, ocasionó el taponamiento del único ducto pluvial existente.
El nivel de agua supera los 50 centímetros y los habitantes, como Alexandra Baldeón, temen que la situación empeore si se incrementa la intensidad de las lluvias.
Algunos moradores han dejado el sector debido a que por el problema se ha destruido parte de sus propiedades. Interagua y el Municipio están enterados del particular “pero nadie responde por los daños”, se lamentan los vecinos.
Como prueba muestran un documento, con sello de recibido el 3 de diciembre de 2012, enviado a la Dirección de Obras Públicas del Municipio de Guayaquil.
En la ciudadela Kennedy Vieja, en cambio, más de dos décadas continúa el mismo problema de anegación en las calles Teodoro Maldonado y Juan Manuel Carbo.
El nivel en esta zona alcanza los 40 centímetros pese a que hace cuatro meses, afirmó Yolanda Espinoza, el Cabildo instaló un ducto.
Según la comunidad del sector, la obra no abastece y los vehículos se descomponen a causa de que ingresa agua en los tubos de escape. “No tenemos como salir de las casas”, insisten.
En Sauces 6, Samanes, en la novena etapa de la Alborada, Miraflores y Urdesa, las calles principales presentaron problemas para que baje el nivel de anegación en determinados puntos.
Vías como Ignacio Cuesta, Benjamín Carrión y Víctor Emilio Estrada, nuevamente se congestionaron porque los carros disminuyeron su velocidad para evitar accidentes por el agua empozada.
Además, algunos semáforos se dañaron -como ocurrió en el km 1,5 de la avenida Carlos Julio Arosemena- lo que caotizó el tránsito. Los peatones, como Mery Cedeño, se quejaron de que estas circunstancias fueron aprovechadas por los taxistas para incrementar la tarifa.
Comentó que se aumentaron las carreras hasta 4 dólares. “Nadie controla estos abusos”.
Precisamente ayer, integrantes de la Veeduría de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil realizaron, en la mañana, una protesta en los exteriores de una de las oficinas de la concesionaria Interagua, porque colapsó el alcantarillado en Mapasingue Oeste.
Alfredo Carrasco, integrante del colectivo, denunció que ese barrio amaneció anegado con aguas putrefactas con heces fecales.
Asimismo, aprovecharon la oportunidad para solicitar al Ministerio de Salud Pública que los ayude a realizar estudios sobre la calidad del agua que consume la comunidad.
Alrededor de las 09:00 de ayer, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) calificó de leve la lluvia registrada a esa hora. Entonces, se estimó que se reportaron en la ciudad 48,1 milímetros de precipitación por metro cuadrado.
De la misma manera, se advirtió que en las próximas 72 horas se mantendrán los días nublados con precipitaciones.