Los habitantes de la cooperativa Unidos por la Paz 2, en el km 26 de la vía Perimetral, aún no entienden la escena: Un par de postes están ubicados casi a la mitad de un carril de servicio que, hace una semana, fue abierto al tránsito vehicular.

Amanda Ordóñez, de la manzana 2750, observa cómo los automotores se orillan hacia la derecha para no chocar con los pilares. Por el sitio transitan también líneas de transporte urbano.

Los trabajos se ejecutan desde el año pasado, comenta. Al pie de su casa, incluso, se reubicó un poste que estaba sobre el área que el Cabildo intervino. “No sabría decirle por qué no hicieron lo mismo con esos dos postes, pero es peligroso que los hayan dejado ahí”.

Para los conductores, la situación implica riesgo cuando apenas se han limitado las estructuras con barreras señalizadas en amarillo y negro. En el punto, hasta el viernes pasado, no había ningún agente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

Para Cristian Romero, conductor de taxi, no se debió habilitar el carril si la obra está inconclusa. “Entiendo que no está terminada, pero si ese es el caso, y tenían la necesidad de abrir la calle, debieron colocar vigilancia, al menos”.

Una observación de los conductores y peatones es que los postes que están en mitad de la vía conducen cables de alta tensión, a diferencia de otros cercanos que son usados para telefónicas.

Esto fue corroborado por la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) de Guayaquil que, mediante un comunicado, informó que los pilares “sostienen líneas aéreas de media tensión que son de utilidad para el servicio de energía eléctrica  en el sector”.

Sin embargo, destacó que estos postes están protegidos con un bloque y señalética que advierte del peligro, pero que no corresponde a la CNEL su reubicación. “La  Municipalidad de Guayaquil realiza obra de regeneración urbana y debe proceder con el soterramiento de las líneas. En cuanto procedan con esta labor se retirará toda la infraestructura en la continuidad del trabajo coordinado con la Municipalidad”, finalizó el documento tras una consulta de EL TELÉGRAFO.

En los últimos 5 días, este diario intentó obtener la versión del Cabildo sobre el porqué se habilitó el tránsito vehicular cuando la obra aún no está terminada y con obstáculos en la vía.

El vocero de la Alcaldía, Jorge Rodríguez, al conocer del particular, informó que se reuniría con representantes de la Dirección de Obras Públicas municipal para conocer detalles de la situación, pero hasta el cierre de esta edición -pese a que se le consultó tres ocasiones- no hubo una respuesta.

La Alcaldía contrató tres obras cerca de la entrada de la 8. La primera de estas fue entregada en agosto pasado e incluyó la reconstrucción total y parcial de bordillos, nivelación de soportales, a un costo de $ 1’420.208. Quedan pendientes dos tramos más en la zona, en los que se invertirán $ 3’620.800 y $ 2’235.922. (I)