Un grupo de los 200 venezolanos que fueron desalojados de un parque de skateboarding, en el norte de Guayaquil, fueron reubicados en dos albergues informó el Municipio de Guayaquil.

Durante la entrega de las nuevas instalaciones del Mercado Central, la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, aseguró que los inmigrantes fueron trasladados a centros de acogida.

El número de extranjeros que se refugiará en los albergues no fue revelado, sin embargo se detalló que los beneficiados son los que necesitaron atención prioritaria, como mujeres embarazadas, personas con discapacidad y menores de edad.

Tras las acciones ejecutadas por la Gobernación del Guayas, con apoyo del Municipio de Guayaquil y otras entidades públicas, la zona que era ocupada por los extranjeros permanece bajo custodia de la Policía Metropolitana.

Luego de la limpieza del parque se encontró dosis de cocaína, un kilo de marihuana, un arma de juguete y cuatro cuchillos.

Según explicó el agente Víctor Cevallos, se efectúan tres turnos de vigilancia para mantener custodiado el lugar durante las 24 horas.

Otra disposición del Cabildo fue soldar y poner cadenas con candados en todos los ingresos que conducían a la parte baja del intercambiador que conecta las avenidas de las Américas, Benjamín Rosales y Narcisa de Jesús.

Al respecto hay testigos que afirman que parte de los inmigrantes desalojados se dirigieron hacia el noroeste de la zona urbana.

El ciudadano Gary Zevallos, por ejemplo, suele recorrer el paso a desnivel que existe en la vía Perimetral, a la altura de Lomas de la Florida y cotidianamente veía a una pareja de venezolanos que pedía caridad.

Por empatía, afirmó, solía darles 25 centavos, pero dejó de hacerlo cuando observó que el número de extranjeros se incrementó en las últimas horas. “Parece que si das dinero, ellos llaman a otros y en lugar de generar una ayuda estamos creando un problema”, acotó Zevallos.

Los venezolanos que estaban en el parque de skateboarding eran regularmente ayudados por diversos grupos, aseguró un miembro de la Iglesia Evangélica El Buen Samaritano, en Ciudad Victoria, que prefirió la reserva del nombre.

El suyo, por ejemplo, acudía los martes, jueves y domingo al lugar para llevar alimentos y predicar la palabra de Dios.

 Indicó que el grupo de inmigrantes ocupó el sitio desde principios de este año. También tiene conocimiento que existen otros “campamentos” cerca de la ciudadela La Atarazana y el Instituto de Neurociencias.

Sin embargo, admitió que el caso del parque de skateboarding era más complejo por las prácticas de drogas, alcohol y prostitución que habían en ese sitio.

Los problemas eran tan arraigados que los venezolanos asentados en otros sitios se negaban a ir al intercambiador que conecta tres avenidas por los índices de delincuencia.

Por otra parte, el miembro de la Iglesia Evangélica advirtió que en el operativo realizado por la Gobernación y Municipio no estaban todos los implicados. “En ese momento faltaba más de la mitad, el operativo debió ejecutarse durante la noche”.

EL TELÉGRAFO buscó a las coordinaciones zonales del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y la Cancillería para conocer sobre las últimas gestiones realizadas con los grupos de inmigrantes venezolanos.

El departamento de Comunicación de la Zonal 8 de la Cancillería aseguró que nadie  de esta dependencia estuvo durante el operativo de desalojo.

Mientras que la coordinación zonal 8 del MIES ofreció entregar información, en el transcurso de esta semana, sobre las acciones emprendidas. (I)