Delegados y encargados del manejo de parques ecológicos en América Latina coincidieron, durante un foro organizado por Ministerio de Ambiente, en que Guayaquil requiere ampliar los espacios verdes dentro del área urbana.

Los especialistas, que trabajan en las áreas administrativas de parques en México, Colombia, Chile y Argentina, destacaron la iniciativa del Estado en “recuperar un poco de verdor” con la construcción del parque Los Samanes.

El foro, en el que se congregaron estudiantes, docentes y activistas ambientales, tuvo el objetivo de intercambiar experiencias sobre la utilidad de espacios como el que se implementa al norte de la urbe, cuya primera etapa estará concluida en 2012, según el cronograma establecido por la cartera del ramo.

Trabajo en equipo
La viceministra de Ambiente, Mercy Borbor, se refirió a las características del proyecto gubernamental que incluye manejo bioenergético y reutilización de agua, entre otros aspectos.

La funcionaria reconoció que apenas se  dan los primeros pasos en la tarea de convertir a Guayaquil en un referente ecológico.

Actualmente, la ciudad cuenta con 7 metros cuadrados de parque por habitante, cuando lo recomendable, según organizaciones internacionales, va de 9 a 15 metros cuadrados por habitante.

“Es una responsabilidad tanto de ciudadanos como autoridades revertir esta situación”, aseguró Borbor, quien destacó otros proyectos públicos, como la isla Santay; e iniciativas como el plan “Guayaquil Ecológico”.
Para Rubén Jasso, director del bosque de Chapultepec y parque homónimo en México, quien tuvo la oportunidad de recorrer la ciudad, Guayaquil, pese a la riqueza de su entorno, “permanece encarpetada”.
Jasso explicó que en la urbe existen escasos ejemplos del buen manejo de las áreas verdes.

“Existen los espacios necesarios para ampliar los pulmones naturales de la ciudad, pero no se los está aprovechando al máximo”, afirmó Jasso.

El parque Los Samanes,  con una extensión de 379 hectáreas, según el Ministerio del ramo, recuperará el déficit de oxígeno que necesitan los guayaquileños.
Al igual que las autoridades gubernamentales, Jasso no cree que las palmeras en parques y parterres sean lo más adecuado para proveer, al mismo tiempo, aire y sombra en el clima caluroso que predomina en Guayaquil.
“Se requiere un trabajo coordinado entre el Municipio local y el Estado para implementar las iniciativas en favor de la ecología local”, acotó Jasso.

La Viceministra de Ambiente aseguró que también se está trabajando en temas técnicos para recuperar al Estero Salado.
“Estos procesos tienen que ser apoyados por el trabajo importante tanto del Municipio como de otras instituciones que tienen que ver con el manejo del uso del suelo y los desechos”, manifestó Borbor.
Resultados a largo plazo

Según Ana Edurne Camacho, representante legal del Instituto Distrital de Recreación y Deporte “Parque Simón Bolívar”, en Bogotá, el proyecto de Los Samanes tiene muchas similitudes con el espacio verde en la capital colombiana.
En Bogotá existe un sistema distrital de parques conformado por más de 5 mil espacios verdes y de recreación, de los cuales se destacan dos parques metropolitanos.
El parque Simón Bolívar tiene 354 hectáreas, es decir, 25 hectáreas menos que lo que se planea construir en Guayaquil.
Edurne sostuvo que el verdadero impacto benéfico para el medio ambiente de la urbe porteña no podrá ser visible en el corto o mediano plazo.

“Manejar un espacio de estas magnitudes requiere un proceso largo y sostenido que irá ajustándose a los requerimientos de la ciudad a través de los años”, dijo Edurne.
En el caso del parque Simón Bolívar,  el Cabildo local y la administración distrital participan de un plan donde son corresponsables del correcto manejo del área.

Para Bernardo Küpfer Matte, director del Parque Metropolitano de Santiago de Chile, comentó que Guayaquil tiene un enorme potencial biodiverso.
“Lo importante es que se están dando las iniciativas y que las generaciones jóvenes comienzan a ser  partícipes”, afirmó Küpfer.

Los expertos coincidieron en que cada ciudad tiene sus propias particularidades y no existe un modelo único para implementar parques como Los Samanes.
Sin embargo, insistieron en que el manejo debe contar con la colaboración de todas las autoridades, locales y nacionales, competentes en medio ambiente.