La vicerrectora jamás se amilinó ante la adversidad
Un ejemplo de vida y superación
La maestra Carmen Aguilar es, sin duda, un ejemplo a seguir. Tiene 38 años en la docencia. Los ocho primeros años laboró en la Unidad Educativa San José como docente de la etapa inicial.
Un día mientras regresaba a casa en un vehículo conducido por su esposo sufrió un accidente y el carro se volcó. El impacto afectó gran parte de sus huesos y eso hizo que quedara minusválida. Con mucho aplomo y ganas de salir adelante esta mujer logró llevar una vida normal. “Me di cuenta de que el mundo no se terminaba y decidí seguir trabajando con el mismo ahínco”, cuenta.
Su máxima inspiración es su hijo. Además tiene esa gran vocación como es la docencia. Y es precisamente ese contacto que tiene con los estudiantes lo que permite que cada día tenga más deseos de superación.
Nunca se amilanó y ese empeño que todos han notado en ella le sirvió. Hace cuatro años fue designada vicerrectora de la Unidad el Milenio Alfredo Vera Vera. Ella, según varios estudiantes consultados, motiva a los alumnos a esforzarse por todo lo que desean lograr. “En la vida no existen limitaciones de ningún tipo. Cuando un ser humano desea algo, trabaja para ello”, manifiesta.