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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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Torre en homenaje a LFC originaría otra pugna legal

Los monumentos en Guayaquil deben guardar una estética proporcional al lugar donde se los instala y cumplir con los permisos respectivos. Es la opinión de varios especialistas consultados por este diario, sobre la polémica suscitada luego de que el Municipio expresara su decisión   de instalar un monumento de bronce al ex presidente León Febres-Cordero en el sector de El Fortín de Las Peñas (centro).

También pronostican una nueva querella legal si el alcalde Jaime Nebot insiste en colocar una columna conmemorativa, en el mismo sitio, en lugar de la escultura.

La efigie, esculpida por el español Víctor Ochoa Sierra, fue concebida, según sus promotores, con el propósito de rendir un homenaje a la labor del también ex Alcalde de Guayaquil.

Las autoridades del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) aseveran  que la figura atenta contra el territorio de uno de los barrios más antiguos de la urbe porteña. Por eso no  concedió permiso para su ubicación.

Hace pocos días, el Juzgado 8º de Garantías Penales de la Corte Superior de Guayaquil concedió un amparo a la organización Diabluma que prohíbe, de manera provisional, la instalación del monumento.

En respuesta,  Nebot aseguró que se construirá una columna conmemorativa en el lugar previsto y aprobado por el Concejo Municipal (Las Peñas) mientras se pueda instalar la efigie de LFC.

Según varios abogados que conocen el proceso, el Municipio de Guayaquil aún puede apelar la resolución emitida por el juez 8º (e) de Garantías Penales, Manuel Prieto, quien hasta el lunes tiene que oficializar la sentencia mediante la comunicación a las partes.

Francisco Guerrero, penalista de oficio por más de 30 años, consideró que la resolución no afecta a  la columna conmemorativa propuesta por Nebot.

“La acción de amparo solo afecta a la efigie,  no a futuros monumentos, y para prohibir la instalación de la columna se requeriría la instauración de otra querella”, explicó Guerrero.

En ese sentido, el INPC, en su regional 5, ayer aclaró que no ha recibido ninguna solicitud del Cabildo para poner la efigie hecha en España, y tampoco  por la nueva torre que según Nebot la suplirá.

“En este punto, si el INPC cuenta con los argumentos técnicos y jurídicos suficientes, puede instalar un nuevo proceso judicial contra el Cabildo”, refirió Guerrero.

Mario Vinueza, otro penalista, cuestionó que el gobierno seccional haya contratado la realización de la escultura en el exterior sin solicitar los estudios sobre la viabilidad de ese monumento.

“Primero que nada, debió verificar que en el país no había mano de obra calificada antes de subir esa afirmación en el portal de compras públicas”, señaló Vinueza.

El ingeniero Jaime Faggioni, delegado del Alcalde de Guayaquil, en un oficio con fecha del 5 de diciembre del  pasado año, que envía al Instituto Nacional de Contratación Pública (Incop) para solicitar la autorización de importación,  aseveró que “se ha realizado el proceso de verificación nacional, en el que se determinó que no existe producción nacional para el proceso de adquisición del monumento en homenaje a León Febres-Cordero”.

No obstante, Vinueza reconoció la potestad del Cabildo para determinar dónde, cómo y cuántos monumentos pueden ser colocados en la ciudad.

Esteban Delgado, subsecretario del INPC, dijo que al subir la información se generó interés entre los escultores ecuatorianos por una aparente convocatoria, pero que esto  constituyó una irregularidad, porque la obra ya estaba contratada.

Tony Balseca, conocido artista ecuatoriano, prefiere reservar su opinión sobre la polémica que enfrenta al Municipio de  Guayaquil con el INPC.

Sin embargo, consideró que una escultura debe guardar una proporción estética con el lugar en que se la va a ubicar.
Balseca recordó el problema que se suscitó en  2003 (la primera administración de Nebot) con el árbol  de Navidad de más de 90 metros de altura y que se colocó  en el mismo lugar  donde actualmente se pretende ubicar la efigie de LFC .

“A muchos nos pareció totalmente desproporcionado y ya ve que la idea no resultó”, acotó Balseca.
El escultor también criticó que las asociaciones culturales y artísticas de la urbe y el país no se hayan pronunciado sobre el reciente proyecto municipal. “Son ellos los primeros llamados a dar un pronunciamiento oficial al respecto, sobre si se siguió el debido proceso o si esto afecta al patrimonio cultural de la ciudad”.

El bronce, explicó Balseca, es un material muy costoso y el precio del monumento a LFC ($ 300.000) está justificado en cuanto a elaboración y reputación del artista, “aunque aquí hubiese costado unos $ 100.000 menos”.
También recordó que propuso una escultura al ex Presidente y Alcalde cuando  aún vivía, pero “quedó solo en eso, en propuesta”.

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No creo que la artista se haya concebido feminista, pero seguramente su dedicación al arte supuso un quiebre con ella misma.

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