Durante 30 días, un auto sedán que opera con electricidad en lugar de combustible será manejado por una taxista para conocer los costos de operación de este artefacto en Guayaquil. 

El vehículo es un modelo E5 fabricado por la empresa BYD, firma de origen chino que también fue artífice en la llegada de los primeros 20 buses eléctricos a la ciudad.

Una vez que se conozcan los detalles de operar un taxi eléctrico, se delineará un plan para la adquisición de más unidades, anunció Andrés Roche, director de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).

La Unión de Taxistas Urbanos de Guayas será la encargada de poner a prueba el automotor. Roche adelantó que iniciarán las gestiones necesarias para que existan incentivos económicos para la adquisición de los carros.

Del lado del Municipio de Guayaquil, el apoyo será de aproximadamente $ 67.000. 

“No es un gasto, es una inversión y esperamos que el Gobierno Nacional también se sume”, indicó Roche.

Si el plan de incentivos sale conforme a lo previsto, se aspira a la adquisición de una primera flota de 100 automotores. En cuanto a la electrolinera en el parque Samanes, aún se diseñan las bases para su licitación.

Preliminarmente, se conoce que anualmente se genera un ahorro aproximado de $ 6.000 en el mantenimiento de las unidades eléctricas, en comparación con sus similares que funcionan con combustibles fósiles.

Esto se debe a que los componentes son distintos y no tienen un desgaste acentuado por residuos de carbono.

Miguel Sáenz de Viteri, gerente de negocios de BYD, dijo que la empresa también asistirá en el mantenimiento y reposición de partes.

En junio del año pasado, otro vehículo de una marca diferente fue probado pero no cumplió las expectativas, aseguró George Mera, presidente de la Unión de Taxistas Urbanos del Guayas.

En aquella ocasión, la batería no rindió lo suficiente para el recorrido promedio de 250 km diarios que hacen los taxis. (I)